Por Sergio Meza Padilla
A raíz de una discusión que empezó en redes sociales acerca de cómo
Disney Studios ha empezado su campaña en favor de la igualdad de géneros,
alguien comentaba en esa publicación algo así, “pero es que eso es lo más normal de este mundo” y me preguntaba cómo es posible que
nuestra sociedad haya perdido tantos valores y peor aún ¿que nos hallamos
acostumbrado? Pero el Señor me habló en ese momento, y sobre eso quiero que
reflexionemos en este día, pues el enemigo ha logrado cauterizar la mente de
muchas personas que ya empezaron a llamar a lo malo bueno y ven la
homosexualidad como normal, el matrimonio igualitario como normal, olvidando
que ese es el objetivo del diablo, distorsionar la creación de Dios para que el
hombre vea lo anormal como algo normal.
Fue así como el Señor me llevó a este pasaje:
“Y no vivan ya como vive todo el mundo. Al contrario,
cambien de manera de ser y de pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios
quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto” (Romanos 12:2
TLA).
¿Por qué será que Dios desea que renovemos nuestra mente, nuestros
pensamientos? Porque la mente es el campo de batalla del creyente, allí es
donde el enemigo colocará sus dardos para atacarte, por ello la Palabra nos
aconseja que, “para que Satanás no gane ventaja alguna
sobre nosotros; no ignoramos sus maquinaciones” (2 Corintios 2:11 RVR1960). La
corriente de este mundo quiere que los hijos de Dios piensen igual que los
demás. Es por ello que, el Apóstol Pablo nos exhorta a no seguir viviendo con
las costumbres que antes teníamos, sino que, por el contrario, debemos
transformar, cambiar nuestro entendimiento y pensar como ciudadanos del Reino
de los cielos, en otras palabras, estamos llamados a ser diferentes.
Entonces, ¿qué es lo que Dios quiere para mí? La respuesta la hallarás
en la Biblia. Dice Jeremías 29:11, “Mis planes para ustedes
solamente Yo los sé, y no son para su mal, sino para su bien”. Dios
tiene planes tremendos para el hombre, Él quiere solo lo bueno, lo agradable y
perfecto para nosotros, y las respuestas a todas nuestras preguntas las
encontraremos solo si meditamos de día y de noche en Su Palabra. Un creyente
que medita en la Biblia transformará su mente y entenderá el propósito de Dios.
Una mente renovada discierne entre lo bueno y lo malo y lo llama tal cual es,
no lo pinta de otra forma, tampoco lo disimula. Una mente renovada es la que
necesitamos para frenar las maquinaciones del enemigo y entender que los planes
de Dios para el hombre siempre han sido de bien.
Dios bendiga tu vida sobreabundantemente. Sé de bendición tú también y
comparte con otros el mensaje de hoy.
Bajo la guía del Espíritu Santo,
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