Oración vespertina o
nocturna de confianza en Dios
El tema de este salmo
es igual al anterior – confianza en Dios, en medio de las luchas y pruebas de
la vida. Algunos afirman que la
similitud en el tema se debe a que los dos salmos fueron escritos en el mismo
contexto histórico. La diferencia podría ser que el Salmo 3 fue escrito para
ser cantado en la mañana mientras que éste salmo fue escrito para ser entonado
en la noche antes de dormir, para
quienes a pesar de las dificultades que tuvieron o tienen, confían en Dios,
porque han experimentado con anterioridad que Dios los ha sostenido en momentos
de angustia.
Al músico principal;
sobre Neginot*. Salmo de David
1¡Respóndeme cuando
clamo, Dios, justicia mía!
Cuando estaba en angustia, tú me diste alivio.
Ten misericordia de mí y oye mi oración.
Cuando estaba en angustia, tú me diste alivio.
Ten misericordia de mí y oye mi oración.
2 Hijos de los hombres,
¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia,
amaréis la vanidad y buscaréis la mentira? Selah**
3 Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí;
Jehová oirá cuando yo a él clame.
amaréis la vanidad y buscaréis la mentira? Selah**
3 Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí;
Jehová oirá cuando yo a él clame.
4 ¡Temblad y no pequéis!
Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad. Selah
5 Ofreced sacrificios de justicia
y confiad en Jehová.
Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad. Selah
5 Ofreced sacrificios de justicia
y confiad en Jehová.
6 Muchos son los que
dicen: « ¿Quién nos mostrará el bien?»
Alza sobre nosotros, Jehová, la luz de tu rostro.
7 Tú diste alegría a mi corazón,
mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.
Alza sobre nosotros, Jehová, la luz de tu rostro.
7 Tú diste alegría a mi corazón,
mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.
8 En paz me acostaré y
asimismo dormiré,
porque sólo tú, Jehová, me haces vivir confiado.
porque sólo tú, Jehová, me haces vivir confiado.
**
Selah = Pausa musical
Este Salmo nos sirve para agradecer
los favores recibidos de Dios y nos da la fortuna de nos lleva a pedirle más.
Cuando lo hacemos nuevamente, nuestro pedido en oración es con más confianza y
eso nos trae la paz y la alegría en medio de las dificultades. El mal y la
desgracia se presentan en nuestra vida en diferentes formas, pero la oración a
sabiendas que será escuchada por Dios, nos dará siempre el consuelo.
Entremos al estudio:
1¡Respóndeme cuando
clamo, Dios, justicia mía! Cuando estaba en angustia, tú me diste alivio. Ten
misericordia de mí y oye mi oración.
David no nos indica
la causa de su sufrimiento; solo afirma que estaba pasando por un tiempo de “angustia”. En el Salmo 3:1 la misma
palabra, en hebreo, [עגמת נפש]
es traducida como ‘adversarios’ [היריבים]. Esto muestra que David se sentía ‘atacado’ o
‘presionado’ por las circunstancias y los eventos que lo rodeaban.
Lo que David hizo en
ese momento fue clamar a Dios, apelando a TRES cosas: Apelo a Su Justicia, Apeló
a Su Salvación Pasada y Apeló
a Su Misericordia.
Indudablemente, la “angustia” de David se debió, de una
forma u otra, a la injusticia de los hombres.
Quizá lo estaban acusando injustamente; quizá lo estaban tratando
injustamente. En su dolor, en vez de
reaccionar buscando hacer prevalecer su propia justicia, David apeló a la
justicia de Dios.
En segundo lugar,
David apeló a lo que Dios había hecho en el pasado, cuando estaba en una
situación similar. Cuando se sentía
‘apretado’, Dios lo hizo “ensanchar”;
es decir, lo sacó a un lugar espacioso. La intervención divina concedió a David
la paz necesaria para volver a desarrollar su vida con normalidad y
tranquilidad.
Y en tercer lugar, David
se acordó de la misericordia de Dios, y apeló a ella. La palabra, “misericordia”, indica que David no se presentó ante Dios como una
persona que merecía Su ayuda; tampoco reclamó, insistiendo en la ayuda que
Dios. Por el contrario, podemos ver la humildad del corazón de David, clamando
a Dios que atienda a su oración.
2 Hijos de los hombres,
¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia, amaréis la vanidad y buscaréis la
mentira? Selah
Aunque David no
describe en detalle lo que estaba viviendo en ese momento, es obvio que se
sentía muy presionado. Parte del
problema era que ciertas personas que lo rodeaban, lo estaban amenazando. Esas personas eran probablemente poderosas y de gran influencia
en este mundo. Sin embargo, David los
compara con la grandeza de Dios, y ese contraste le hace ver que estas personas
no son nada más que, “Hijos de los
hombres”.
Además, estas
personas estaban poniendo su confianza en cosas vanas; amaban la “vanidad” y buscaban la “mentira”. Ambos términos se usan, en el
Antiguo Testamento para hablar de los ídolos.
Lo que los enemigos
de David intentaban hacer era desprestigiar el hecho que David confíe en Dios,
alegando que Dios no era capaz de ayudarlo (ver Salmo 3:2 publicado en este
blog). Estaban cambiando su “honra en infamia”. ¡Esto indignó a David!
3 Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para
sí; Jehová oirá cuando yo a él clame.
Los piadosos
son aquellos que son fieles y devotos a Dios. Y han sido escogidos o apartados
o separados por Dios. Lo que David dice de sí mismo, es también
cierto para cada creyente. Todo
verdadero hijo o hija de Dios, ha sido ‘separado’ por Dios, desde la
eternidad. Dios también ha
‘separado’ todas las circunstancias de
su vida. Esta convicción brinda al
creyente la seguridad y la confianza en cuanto a todo lo que ocurre mientras esté en esta tierra.
David sabía
que Dios le escucharía cuando le llamara y además, también le respondería.
Nosotros también podemos estar seguros de que Dios escucha nuestras oraciones y
responde cuando clamamos a Él.
A veces pensamos que Dios no nos va a escuchar porque no hemos estado a la altura de sus estándares en cuanto a vivir una vida santa. Pero si hemos confiado en Cristo para la salvación, Dios nos ha perdonado, y Él siempre nos escuchará. Él escucha y responde, aunque Sus respuestas pueden no ser lo que uno espera.
A veces pensamos que Dios no nos va a escuchar porque no hemos estado a la altura de sus estándares en cuanto a vivir una vida santa. Pero si hemos confiado en Cristo para la salvación, Dios nos ha perdonado, y Él siempre nos escuchará. Él escucha y responde, aunque Sus respuestas pueden no ser lo que uno espera.
Esta seguridad que
David tenía, de ser un “escogido” de
Dios, daba a David una tremenda confianza en el momento de orar.
4 ¡Temblad y no pequéis! Meditad
en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad. Selah
El verbo, “Temblad”, sugiere una emoción muy
fuerte. El Apóstol Pablo en Efesios 4:26, cita este versículo al decir: Airaos, pero no pequéis. Lo que David le recomienda a sus aliados en
armas, es que no pequen. Los exhorta a que piensen lo que están haciendo.
Una de las razones
por la que muchos creyentes llegan a cometer pecado, es que no se toman el
tiempo necesario para pensar en lo que hacen.
Tampoco se toman el tiempo para contemplar la gloria y la grandeza de
Dios. Indudablemente, nos edificaría mucho,
tener un tiempo conversando con nosotros mismos, en nuestra cama, al fin del
día, evaluando nuestras vidas, y meditando en la grandeza de Dios.
5 Ofreced sacrificios de
justicia y confiad en Jehová.
¿A qué sacrificios se
refiere David? La mención del pecado,
en el versículo anterior indicaría que se trata de sacrificios de expiación,
por el pecado. La expiación es la doctrina sobre la reconciliación de Dios y la
humanidad, especialmente como se logra a través de la vida, el sufrimiento y la
muerte de Cristo. En pocas palabras una purificación a algo profanado a través
de un sacrificio. Sin embargo, la exhortación que sigue, “confiad en Jehová” indica que son sacrificios de alabanza o de
acción de agradecimiento.
Todos somos
pecadores. Constantemente somos tentados a pecar. Por lo tanto, tenemos la necesidad de pedir
perdón a Dios y tener la fuerza de no ceder al pecado. Todos los días debemos pedir perdón a Dios
por nuestras faltas, y ofrecer nuestras vidas como un sacrificio vivo a
Él. Frente a las dificultades de la
vida, en vez de culpar a Dios, enojándonos con él, debemos meditar bien en
nuestras vidas, para luego ofrecer los sacrificios que Dios merece.
6 Muchos son los que
dicen: « ¿Quién nos mostrará el bien?» Alza sobre nosotros, Jehová, la luz de
tu rostro.
Aun los
compañeros de David parecían estar un
poco desanimados y desconfiados. Ellos
preguntaron, “¿Quién nos mostrará el
bien?” Se muestran un poco sarcásticos
¡No parecen tener mucha confianza en que Dios los iba a salvar!
Sin embargo, David
ora al Señor, incluyendo a sus amigos en la petición. Por eso dice, “Alza sobre nosotros, oh
Jehová, la luz de tu rostro” No se conformó con orar por sí mismo, sino que
intercedió por sus amigos también.
7 Tú diste alegría a mi corazón, mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.
Los compañeros de
David buscaban el “bien”, que es lo
opuesto al sufrimiento, al dolor, a la necesidad, a la angustia, a la
desesperación. El ser humano es
consciente, de que hay algo más grande en la vida; algo que es verdaderamente
‘bueno’; algo que realmente satisfaga su alma. Eso se encuentra en Dios. Lastimosamente buscan el bien en lugares
equivocados; por ejemplo, en cosas materiales queriendo suplir sus necesidades,
y hallar la felicidad en ellas, ver la experiencia descrita en Eclesiastés 2:3-26 publicada en este blog.
Lucas, afirma en Hebreos
11:25, que Moisés escogió ser maltratado con el pueblo de Israel, antes de “gozar de los deleites temporales del pecado”
8 En paz me acostaré y
asimismo dormiré,
porque sólo tú, Jehová, me haces vivir confiado.
porque sólo tú, Jehová, me haces vivir confiado.
David finaliza este
Salmo, después de orar se va a la cama a dormir. Declara, “En
paz me acostaré…”
CONCLUSIÓN
Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello:
«Conoce el Señor a los que son suyos» y «Apártese de maldad todo aquel que
invoca el nombre de Cristo.»
2 Timoteo 2:19
Aquí terminamos este estudio del Salmo 4. Lo invitamos a que se una a
nuestra congregación en la ciudad de Querétaro, México y escuche el estudio del
libro de Salmos todos los viernes a las 7:00 pm durante la noche de oración,
devoción y alabanza. Para mayores informes, hable al 442-497-1360.
Pastor Armando García ULCM
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