Por A. W. Tozer
Prefacio
Cerca de diez años atrás, Cuando viajaba por Panamá, visite una librería
en la ciudad de Londrina. Después de observar buena parte de libros,
"buscando para encontrar alguna piedra preciosa", y no dándome por
satisfecho, descubrí que había algunos libros Bellos prácticamente olvidados en
unos estantes empolvados en un corredor no accesible a los visitantes. Entre un
amontonado de obras viejas, desarrumadas, descubrí, entonces, esa obra de
Tozer, Cinco Votos para Obtener Poder Espiritual: era un libro
pequeño, fino, de acabado bien sencillo; no llamaba ninguna atención. Después
de leer su contenido, me di por satisfecho en haber encontrado una perla
olvidada. !!!Gane ese día!!! Inmediatamente procure una copia, que no estaba
disponible para ser comprada.
La lectura de este mensaje me causó un profundo impacto
y, desde entonces, recibí el encargo de traducirla y hacerla accesible a los
creyentes para que puedan tener más comunión con Dios.
En algún momento yo pensé en adaptar el título, ya que el
termino voto es considerado algo anticuado, y temí que
muchos no leyeran esta obra tropezando, "inmediatamente de cara", con
el título. no en tanto, debo ser fiel al encargo que Dios confío en Tozer y no disminuir
el nivel de su voz profética para masajear el ego de los más liberales; y, si
así lo hiciera, ya no sería más Tozer.
La segunda y la tercera parte de este libro fueron adicionadas en
esta edición, ya que el mensaje en si era muy pequeño para ser publicada como
un libro independiente; entretanto, ambas encajan perfectamente con su
contenido y se enriquecieron. Ahora, después de adquiridos los debidos
derechos, y percibiendo en Dios ser el tiempo oportuno, ella está siendo
publicada en esta Serie Verdades que Transforman y me siento
aliviado delante de Dios.
"Nunca vi nada tan pequeño, más tremendamente objetivo. Solo
la oración final ya vale todo. Que el Señor nos de gracia y coraje para
hacerla", fueron las palabras de Pablo César, que me ha ayudado en la revisión
final. Una verdad, entre los que leen, no encontré siquiera que tuviese un sentimiento
diferente.
Tengamos en cuenta que estamos viviendo días en que, "por
haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriara", como nos advirtió
nuestro maestro (Mt 24.12). Leamos este pequeño libro sin prejuicio y con
seriedad delante de Dios.
Que el Espíritu del Señor, que uso a su siervo Tozer para liberar
este mensaje, use esta obra para restaurar la comunión de Sus hijos y abrir el
camino para llevar Su propósito adelante.
Afirmaciones para el Reavivamiento Personal
Algunas personas rechazan la idea de hacer votos, pero en la
Biblia usted encontrará muchos grandes hombres de Dios que fueron dirigidos por
alianzas, promesas, votos y compromisos. El salmista no se retractaba al hacer
votos. "Los votos que hice, yo los mantendré, oh Dios", dijo él.
"Rendirte en acciones de gracia" (Sal 56.12).
Mi consejo en esa cuestión es que si usted está realmente
preocupado con su avance espiritual - la obtención de nuevo poder, nueva vida,
nueva alegría y nuevo reavivamiento personal dentro de su corazón -, será bueno
hacer ciertos votos y empeñarse por cumplirlos. Si usted falla, póstrese en
humillación, arrepiéntase y comience nuevamente, pero siempre lleve en
consideración los votos hechos. Ellos irán ayudándole a armonizar su corazón
con los vastos poderes que fluyen del trono donde Cristo que está
sentado, a la diestra de Dios.
El hombre carnal rechaza la disciplina de tales compromisos. Él
dice: "Quiero ser libre. No quiero tener cualquier voto sobre mí. No creo
en eso. Eso es legalismo". Bien, déjeme presentar el cuadro de dos
hombres.
Uno de ellos no hizo voto alguno. Él no acepta cualquier
responsabilidad de ese tipo. Él quiere ser libre. Y él es libre, en cierta
manera así como un vagabundo es libre. El vagabundo es libre para sentarse en
un banco de jardín de día, dormir y colocarse un periódico por la noche,
ser puesto hacia fuera de la ciudad en la mañana de noche y volver y a lo
mismo. Ese hombre es libre, pero también es inútil. Él sólo ocupa un lugar en
el mundo, cuyo aire respira.
Examinemos ahora otro hombre - tal vez un presidente, o primer
ministro o cualquier gran hombre que carga sobre sí el peso del gobierno.
Hombres así no son libres. Sin embargo, con el sacrificio de su libertad
demuestran poder. Si insisten en ser libres, podrán serlo, pero sólo como el
vagabundo. Escogieron, sin embargo, estar amarrados.
Hay muchos vagabundos religiosos en el mundo de los que no quieren
estar amarrados a cosa alguna. Ellos transformaron la gracia de Dios en
libertinaje personal. Las grandes almas, sin embargo, son aquellas que se
aproximan reverentemente de Dios comprendiendo que en su carne no habita bien
alguno. Y saben que, sin la capacitación dada por Dios, cualesquier votos
hechos serían quebrados antes de que se ponga el sol. No obstante, visto que
creen en Dios, con reverencia asumen ciertos votos sagrados. Ese es el camino
para el poder espiritual.
Siendo así, hay cinco votos que tengo en mente, que será bueno
hacer y observar.
Primer Voto: Trate Seriamente con el Pecado
El pecado ha sido disfrazado estos días, apareciendo con nuevos
nombres y caras. Usted puede estar siendo expuesto a ese fenómeno en la
escuela. El pecado es llamado por diversos nombres adornados - cualquier
nombre, menos por lo que él realmente es. Por ejemplo, los hombres ya no se
quedan más bajo convicción de pecados; ellos tienen un complejo de culpa. En
lugar de confesar sus culpas a Dios, para que se libren de ellas, se acomodan
en un diván e intentan relatar lo que sienten a un hombre (psicólogo) que debe
conocer mejor todo sobre ellos. Después de algún tiempo, la respuesta dada es
que ellos fueron profundamente lastimados cuando tenían dos años, o alguna cosa
semejante. Se supone que eso los hará que se sientan mejor.
Todo eso es ridículo, porque el pecado es aún el mismo antiguo
enemigo del alma. Él nunca fue alterado. Necesitamos tratar firmemente con el
pecado en nuestra vida. Acordémonos siempre de eso. "El reino de Dios no
es comida ni bebida", dijo el apóstol Pablo, "Pero es justicia, y
paz, y alegría en Espíritu Santo" (Romamos 14.17). La justicia reposa a la
puerta del reino de Dios. "El alma que pecare, esa morirá" (Ez 18.
4,20). No estoy predicando la perfección sin pecado. Antes, quiero decir que
todo pecado conocido debe ser nombrado, identificado y repudiado, y que debemos
confiar en Dios para ser liberados de él, para que no exista cualquier pecado
consciente, deliberado en cualquier parte de nuestra vida. Y absolutamente
necesario que hagamos eso, porque Dios es un Dios santo, y el pecado está en el
trono del mundo.
Por lo tanto, no llame sus pecados por algún otro nombre. Si usted
es envidioso, llámelo de envidia. Si usted tiene la tendencia a la auto conmiseración
y a sentir que no es aceptado, pero es como una flor que nace para morir
desapercibida, a desgastar su dulzura en el aire del desierto, llame ese pecado
por lo que él es: auto piedad. También está el resentimiento. Si usted está
resentido, admítalo. He conocido personas que viven en un estado de indignación
furiosa la mayor parte del tiempo. Conozco una persona que actúa como una
gallina lanzada fuera del nido: él se queda corriendo en todas las direcciones
quejándose y murmurando alguien está siempre haciéndolo errar. Ahora, si usted
tiene ese mismo "espíritu", tiene que tratar con él inmediatamente.
Usted necesita librarse de eso. La sangre de Jesucristo nos purifica de todo
pecado. En lugar de intentar disfrazar el pecado o buscar una traducción griega
opcional en algún lugar bajo la cual ocultarlo, llámelo por su nombre correcto
y líbrese de él por la gracia de Dios.
Esta también el mal humor. No le llame indignación. No intente
llamarlo de algún otro nombre. Llámelo por lo que él es. Porque, si usted tiene
mal humor, o usted se deshace de él o él deshará mucho de su espiritualidad y
alegría. Así pues, tratemos el pecado con seriedad. Seamos perfectamente
amables. Dios ama a las personas amables.
Segundo Voto: No Sea Dueño de Cosa Alguna
Con eso, no quiero decir que no podamos poseer cosas. Quiero decir
que debemos ser liberados del sentido de poseerlas. Ese sentido de posesión es
lo que nos enreda. Todos los bebés nacen con las manos cerradas, y eso me
parece decir: "Es mío!" Una de las primeras cosas que ellos dicen es
"mío", con voz airada. Ese sentido de "es mío!" es muy
perjudicial para el espíritu. Si pudiera librarse de eso, para que ya no tenga
el sentido de posesión sobre cualquier cosa, usted sentirá gran libertad en su
vida.
No piense con eso que usted necesita vender todo cuanto posee y
distribuirlo como caridad. No, Dios permitirá que usted tenga su coche y sus
negocios, su profesión y su posición, cualquiera que ella sea, con tal de que
entienda que eso no es suyo, en absoluto, pero es de él, y que todo cuanto está
haciendo es sólo trabajando para Él. Entonces, podrá estar tranquilo en
relación a todo eso, pues nunca necesitamos preocuparnos por perder lo que
pertenece a la otra persona. Si esas cosas fueran suyas, usted estará siempre
mirando hacia las manos para ver si aún están allí, pero que se vayan a Dios,
ya no necesita preocuparse con ellas.
Permítame apuntarle algunas de las cosas que usted tiene que
entregar a Dios. Sus posesiones son una de esas cosas. Algunos de los queridos
hijos del Señor están siendo mantenidos para atrás porque existe un balón y una
corriente presas en sus piernas. Si fuera un hombre, puede ser su lujoso coche
o la grandiosa casa. Si fuera una mujer, tal vez sean sus vajillas de porcelana
o sus cosméticos. Vamos a considerar un precioso florero como ejemplo. Allí está
él, y si alguien batiera en él y lo quebrara, su pobre dueño probablemente
perdería cinco años de su vida!
Tercer Voto: Nunca se defienda
Todos nosotros nacemos con el antojo de defendernos. Y tal vez
insista en defenderse a sí mismo, Dios permitirá que usted lo haga. Sin
embargo, si usted entregara su defensa a Dios, entonces Él lo defenderá. Él
dijo a Moisés cierta vez: "Seré enemigo de tus enemigos y adversario de
tus adversarios" (Ex 23.22).
Mucho tiempo atrás, el Señor y yo llegamos juntos al capítulo 23
del libro de Éxodo, y Él me mostró ese pasaje. Ya hace treinta años que ella ha
sido una fuente de bendiciones preciosas para mí. No tengo que luchar. El Señor
es Quien lucha por mí. Y Él ciertamente hará lo mismo por usted. Él será el
Enemigo de sus enemigos y Adversario de sus adversarios, y usted nunca más
necesitará defenderse.
¿Que defendemos? Bien, defendemos nuestro servicio y,
particularmente, defendemos nuestra reputación. Su reputación es lo que los
otros piensan que usted es, y surgirá alguna historia sobre usted, la gran
tentación es intentar correr para acabar con ella. En él, como usted bien sabe,
intentar llegar hasta la fuente de una historia así es una tarea inútil.
Absolutamente inútil! Y como intentar hallar el pajarito después de haber
encontrado una peña en el césped. Usted no podrá hacer eso. Sin embargo, si se
vuelve completamente al Señor, Él lo defenderá completamente y procurará para
que nadie le cause daño. "Toda arma forjada contra ti no prosperará",
dice el Señor, "Toda lengua que se levante contra ti en juicio, tú la
condenarás" (Isaias 54.17).
Henry Suso fue un gran creyente en días pasados. Un día, él estaba
haciendo lo que algunos creyentes me han dicho que también están haciendo:
conocer mejor a Dios. Vamos a colocar eso en estos términos: usted está
procurando tener un despertamiento religioso en lo íntimo de su espíritu que él
lo lleve a las cosas profundas de Dios. Bien, cuando Henry Suso estaba
recogiendo de Dios, algunas personas comenzaron a contar historias malas sobre
él, y eso le entristeció tanto que él lloró lágrimas amargas y sintió gran
dolor en el corazón.
Entonces, un día, él estaba mirando por la ventana y vio un perro
jugueteando en la azotea. El animal tenía un trapo que jugaba por encima de sí,
y hacía a alcanzarlo atrapándolo con los dientes, y corría y jugaba, y corría y
jugaba muchas veces. Entonces Dios dijo Henry Suso: "Aquel trapo es mi
reputación, y estoy dejando que los perros del pecado rasguen mi reputación en
pedazos y la lancen por tierra para mi propio bien. Un día de estos, las cosas
cambiarán".
Y las cosas cambiaron. No paso mucho tiempo hasta que los
individuos que estaban atacando la reputación de Suso se quedaron confundidos,
y él fue elevado a un lugar que lo transformó en una autoridad en sus días y en
una gran bendición hasta hoy para aquellos que cantan sus himnos y leen sus
obras.
Cuarto Voto: Nunca diga Algo que Perjudique Alguien
El chisme no tiene lugar en el favor de Dios. Si usted sabe alguna
cosa que pueda venir a obstruir o herir la reputación de uno de los hijos de
Dios, entiérrela para siempre. Recoja un pequeño jardín, atrás de la casa - en algún
lugar en alguna parte y, cuando alguien se aproxime a usted con alguna historia
de maledicencia, llévela hasta allí y sepúltela, diciendo: "Aquí yace en
paz la historia sobre mi hermano". Dios tomará cuenta de aquella historia.
"Con el criterio con que juzgareis, seréis juzgados" (Mt 7.2).
Si quiere que Dios sea bondadoso con usted, tendrá también que ser
bondadoso con sus otros hijos. Usted dirá: "Pero eso no es la
gracia!?". Bien, la gracia es que Él lo hizo a usted entrar en el reino de
Dios. Y es un favor inmerecido. Sin embargo, después de usted sentarse a la
mesa del Padre, Él espera que pueda aprender cómo comportarse en la mesa. Y Él
no le permitirá comer mientras usted no obedece sus órdenes. Y que orden es
esa? que no cuente historias sobre los hermanos que están sentados a la mesa con
usted - no importando donde se congregan, la nacionalidad o acontecimientos del
pasado.
Quinto Voto: Nunca tome Cualquier Gloria
Dios es celoso de Su gloria y no la dará a nadie. Él no compartirá
Su gloria con quienquiera que sea. Es muy natural, diría yo, que las personas
esperen que tal vez su servicio cristiano les dé una oportunidad de demostrar
sus habilidades. Verdaderamente quieren servir al Señor, pero también quieren
que los demás sepan que están sirviendo al Señor. Ellas quieren tener reputación
entre los santos. Este es un terreno muy peligroso: tener reputación entre los
santos. Es muy ruin buscar reputación en el mundo, pero es peor buscar
reputación entre el pueblo de Dios. Nuestro Señor desistió de Su reputación, y
debemos hacer eso también.
Mister Eckhart cierta ocasión predicó un sermón sobre la
purificación que Cristo hizo en el templo. Dijo él: "nada había de errado
con aquellos hombres que vendían y compraban allí. Nada había de errado en
intercambiar dinero allí. El pecado de ellos se resumía en el hecho de que hacían
eso para obtener un logro. Ellos ganaban cierto porcentaje a los que sirvan al
Señor". Y entonces Eckhart hizo la aplicación: "Quienquiera que sirva
por una comisión, por un poquito de gloria que pueda quitar de ese servicio, es
un comerciante, y debe ser expulsado del templo".
Concuerdo totalmente con eso. Si usted está sirviendo al Señor y,
casi sin percibir - tal vez inconscientemente, espera obtener una pequeña
comisión de cinco por ciento, cuidado! Eso irá a espantar el poder de Dios de
su espíritu. Usted necesita determinar que nunca irá a aceptar cualquier
gloria, pero si cuidar para que Dios la reciba toda.
Esos Cinco Votos Necesitan ser Escritos en Nuestra Propia Sangre
La cosa más simple posible es presentar un mensaje como este. Es
realmente difícil el poner eso en práctica en nuestra propia vida. Recuerde que
esos cinco votos no son alguna cosa que se deba escribir en la tapa de la
Biblia para, después, olvidarlos. Necesitan ser escritos en nuestra propia
sangre. Tienen que ser votos finales, irrevocables. Que Se queden sólo en la
superficie no es suficiente. No puede ser así. No! Que esos votos vengan de las
profundidades de su corazón, de las mayores profundidades de su espíritu.
Esos votos son contrarios a la antigua naturaleza humana. Ellos
introducen la cruz en nuestra vida. Y nadie jamás pudo retraerse después
de haber tomado su cruz - nadie, jamás. Cuando un hombre toma la cruz, ya dijo
adiós. Él nunca más volverá. El hombre con la cruz nunca retorna. Cuando hagas
esos votos, recuerde: ellos introducen la cruz en su vida, hieren en
el corazón su vida centrada en el ego, y nunca más habrá lugar para retorno. Y
digo yo: "Ay de los livianos!"
Aquí y en muchos lugares también - muchas personas están diciendo:
"Experimenten a Jesús, experimenten a
Dios!" Livianos, experimentadores, probadores es lo que ellos son. Son
como un conejo que cuenta con doce agujeros de salida, para que, si uno sea
obstruido, pueda huir por el otro! No! De la cruz no hay lugar para huir. Nadie
puede "experimentar" Jesús. Él no está a la disposición de nadie para
ser probado. Cristo no está bajo prueba. Usted lo está. Yo estoy. Él no! Dios
Lo resucitó de entre los muertos y para siempre confirmó Su deidad y Lo selló y
entronizo a Su mano derecha como Señor y Cristo. Entregue todo a Él y notará
que su vida comenzará a ser elevada. Usted florecerá de manera maravillosa.
Por una Vida más Poderosa
Sin embargo, si usted, por casualidad, sea
uno de aquellos sobre quien Dios impuso la mano para una vida más profunda,
para una vida más poderosa, para una vida más llena, entonces yo pregunto si
está dispuesto a hacer una oración como esta: "Dios, glorifícate Tu aun a
pesar de mí. Envíame la situación - cualquiera que fuera, Señor. Yo no
establezco el precio. No intentaré volver atrás. Glorifícate tú Señor.
Yo acarrearé con las consecuencias".
Ese tipo de oración es simple, pero es
profunda, maravillosa y poderosa. Yo creo que si usted pudiera hacer una
oración como esa, ella será la rampa de donde podrá ser lanzado a las mayores
alturas y a los cielos más azules en las cosas del Espíritu.
!Jesús es el Señor!
No hay comentarios:
Publicar un comentario