Preparado por el Pastor Armando García ULCM
Muchas gracias por continuar con
nosotros en el estudio de Efesios 2. Están ustedes invitados a escuchar este
estudio en vivo en ULC Alpha & Omega en la ciudad de Querétaro, México.
Pueden hablar al teléfono en Querétaro, México para más información. El número
es: 442-497-1360.
El estudio en esta ocasión son a partir
del versículo 6 hasta el final del capítulo.
6 Y en unión con Cristo
Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales,
7 para mostrar en los
tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia, que por su bondad
derramó sobre nosotros en Cristo Jesús.
8 Porque por gracia ustedes
han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el
regalo de Dios,
9 no por obras, para que
nadie se *jacte.
10 Porque somos hechura de
Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de
antemano a fin de que las pongamos en práctica.
Unidad en Cristo
11 Por lo tanto, recuerden
ustedes los *gentiles de nacimiento —los que son llamados «incircuncisos» por
aquellos que se llaman «de la *circuncisión», la cual se hace en el cuerpo por
mano humana—,
12 recuerden que en ese
entonces ustedes estaban separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel
y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
13 Pero ahora en Cristo
Jesús, a ustedes que antes estaban lejos, Dios los ha acercado mediante la
sangre de Cristo.
14 Porque Cristo es nuestra paz: de los dos pueblos ha hecho uno solo, derribando mediante su sacrificio[b] el muro de enemistad que nos separaba,
14 Porque Cristo es nuestra paz: de los dos pueblos ha hecho uno solo, derribando mediante su sacrificio[b] el muro de enemistad que nos separaba,
15 pues anuló la ley con sus
mandamientos y requisitos. Esto lo hizo para crear en sí mismo de los dos
pueblos una nueva *humanidad al hacer la paz,
16 para reconciliar con Dios
a ambos en un solo cuerpo mediante la cruz, por la que dio muerte a la
enemistad.
17 Él vino y proclamó paz a
ustedes que estaban lejos y paz a los que estaban cerca.
18 Pues por medio de él
tenemos acceso al Padre por un mismo Espíritu.
19 Por lo tanto, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos de los *santos y miembros de la familia de Dios,
19 Por lo tanto, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos de los *santos y miembros de la familia de Dios,
20 edificados sobre el
fundamento de los apóstoles y los profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra
angular.
21 En él todo el edificio,
bien armado, se va levantando para llegar a ser un templo santo en el Señor.
22 En él también ustedes son
edificados juntamente para ser morada de Dios por su Espíritu.
Entremos a profundidad al estudio del Capítulo
2
6 Y en unión con Cristo
Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales,
Dios nos ha resucitado
juntamente con Jesús. Cristo
en una resurrección literal, y nosotros en una resurrección simbólica, figurativa al nacer de nuevo en vida
terrenal dejando nuestra vida pecaminosa en el pasado, siendo esto por medio
del bautismo.
En Romanos 6:4-5; leemos:
porque somos sepultados juntamente con él para
muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la
gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
5 Si fuimos plantados
juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de
su resurrección;
Y es así que Dios nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo
Jesús—siendo una referencia al reino de Cristo al cual hemos sido trasladados
por medio de la salvación, la gracia y la Fe por medio de Dios y por medio de
la obediencia a su palabra.
Más sobre esto último lo podemos leer en Colosenses 1:13:
Él nos ha librado del
poder de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo,
Ahora somos miembros de ese reino, el cual es la Iglesia. Los cristianos
viven sus vidas en la tierra, no como si viviesen en el mundo, sino como si viviesen
en Cristo.
Mas sobre eso leyendo 1 Juan 2:17
Y el mundo pasa, y sus
deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
7 para mostrar en los
tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia, que por su bondad
derramó sobre nosotros en Cristo Jesús.
La Bondad de Dios se mira no sólo en aquellos tiempos, sino que también
se manifiesta actualmente cuando la persona obedece su voluntad.
Y más explícito en los siguientes dos versículos.
8 Porque por gracia ustedes
han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el
regalo de Dios,
9 no por obras, para que
nadie se *jacte.
Los seres humanos son salvos por medio de la gracia que Dios extiende
a todo mundo, y también somos salvos por medio de nuestra respuesta a esa gracia,
la cual se llama “Fe”, nuestra obediencia a esa gracia por la cual somos
salvos.
Pablo enfatiza lo que en otros pasajes de la Biblia enseña. La salvación
no es por
obras, o méritos que el hombre pueda hacer para obtenerla. Muchos
trataban de obtener la salvación, justificación por medio de las obras, pero
Pablo dice esa no es la manera de hacerlo.
El tema de la gracia
es profundo. Se puede llevar muchas horas de estudio. Hay religiones que
pregonan que llegar al cielo es haciendo buenas obras, portarse bien y en
muchas ocasiones sin la necesidad de nacer de nuevo en Cristo Jesús. En esas
iglesias hay una severa ausencia de la gracia de Dios. Frecuentemente tienen un
legalismo riguroso, inflexible y severo que no deja lugar al arrepentimiento y
a la restauración del alma de los integrantes de su iglesia.
Necesitamos la gracia de Dios en nuestras
vidas. La necesitamos diariamente. Somos salvos por ella y la experimentamos en
forma personal. Leamos los siguientes pasajes en el Libro de Gálatas:
Gálatas 2:16
sabiendo que el hombre no
es justificado por las obras de la Ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros
también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y
no por las obras de la Ley, por cuanto por las obras de la Ley nadie será
justificado.
Gálatas 3:11
Y que por la Ley nadie se
justifica ante Dios es evidente, porque «el justo por la fe vivirá».
Por lo tanto, la salvación se extiende al hombre por medio de la gracia
de Dios y por medio de la obediencia del hombre a los mandamientos de Dios. Si
la salvación se pudiera obtener por medio de méritos, entonces hubiera espacio para
gloriarse.
La salvación del hombre es un regalo que Dios ofrece al pecador, pues es
don de
Dios, leamos Romanos 3:24.
y son justificados
gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
Continuemos con el
siguiente versículo:
10 Porque somos hechura de
Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de
antemano a fin de que las pongamos en práctica.
Aquellos que antes estaban muertos espiritualmente, se les han dado vida
eterna juntamente con Cristo. Por lo tanto, como nuevas criaturas en Cristo,
ahora hacemos las cosas que agradan a Dios.
Mucha gente me ha dicho, ´yo me
porto bien’, ‘participo en eventos de la iglesia’, ‘ayudo a los necesitados’. Mi
comentario es que todo eso es bueno, pero hay que ser salvos primero, luego
empezar una vida nueva en Cristo, dejando atrás la vida pecaminosa, ser
bautizados en el Espíritu Santo y ya en la vida nueva, hacer las cosas buenas
que nos marcaran una nueva vida y un caminar al lado de Jesucristo. Es el deseo
de Dios que andemos en esas buenas obras las cuales él preparó de antemano.
Repase lo que expliqué en el Capítulo 1 versículo 4 de que Dios aparta
del pecado a toda aquella persona que nace de nuevo y camina con Cristo en el
mundo. Para ese propósito hemos sido creados, para traer honra y gloria a Dios.
Muchos escogen no vivir sus vidas conforme a este propósito, pero los
que viven sus vidas de acuerdo a lo que este verso enseña, ellos son los que
dan evidencia de que viven para Cristo.
11 Por lo tanto, recuerden
ustedes los *gentiles de nacimiento —los que son llamados «incircuncisos» por
aquellos que se llaman «de la *circuncisión», la cual se hace en el cuerpo por
mano humana—,
La palabra “Gentiles” –lo no
judíos- en el lenguaje hebreo,
como el griego también significa “Naciones” y los Judíos se referían a las naciones menos la de ellos.
Estos eran llamados circuncisión por la llamada circuncisión hecha con
mano en la carne. Es como el término que usamos de una persona que no ha sido
bautizada, esa persona no es miembro de la familia de Dios.
Los gentiles eran llamados incircuncisos no podían gozar de los derechos
de los judíos, ya que no habían pasado por ese proceso. Este término de incircuncisos era un término de reproche en aquellos tiempos. La
llamada circuncisión hecha con mano en la carne se refiere al rito externo de
la circuncisión que consiste en un rito judío que hace una incisión en el prepucio
del órgano genital masculino, por lo general en el octavo día después del
nacimiento. Significa la relación de pacto entre Dios y su pueblo la cual hizo
Dios con Abraham.
Génesis 17:9-14
Dijo de nuevo Dios
a Abraham:
—En cuanto a
ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti de generación en
generación. 10 Éste es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia
después de ti: Todo varón de entre vosotros será circuncidado. 11 Circuncidaréis la carne de
vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros. 12 A los ocho días de edad
será circuncidado todo varón entre vosotros, de generación en generación, tanto
el nacido en casa como el comprado por dinero a cualquier extranjero que no sea
de tu linaje.13 Debe ser circuncidado el nacido en tu casa y el comprado por tu dinero,
de modo que mi pacto esté en vuestra carne por pacto perpetuo. 14 El incircunciso, aquel a
quien no se le haya cortado la carne del prepucio, será eliminado de su pueblo
por haber violado mi pacto.
Los judíos llevaban en ellos una marca que los reconocía como el pueblo
de Dios. La persona no circuncidada no tenía relación con Dios ni tenía derecho
a las bendiciones de Dios.
Hoy en el Nuevo Testamento la circuncisión ya no es nada sino la fe que
obra y el amor en cada creyente.
Gálatas 5:6
porque en Cristo Jesús ni
la circuncisión vale algo ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el
amor.
Muchas veces a través de nuestro testimonio ante una congregación o en
un servicio o en algún estudio, es propio acordarnos de cómo éramos antes, para
que humildemente reconozcamos lo que Dios bastante ha hecho por nosotros sacándonos
de ese mundo pecaminoso donde vivíamos y poniéndonos en el reino de su Hijo
amado.
Colosenses 1:13-14
Él nos ha librado del
poder de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo, 14 en quien tenemos redención por su sangre, el
perdón de pecados.
Pablo invita a estos cristianos a que se acuerden de su pasada manera de
vivir y de lo que eran antes de llegar a ser cristianos bajo el dominio y
apetitos de la carne que iban en contra de la voluntad de Dios. Y ahora gozan de
las bendiciones en Cristo Jesús.
Repase usted el Capítulo 1, versículo 3 de este estudio del Capítulo 2
de Efesios.
Sigamos con el estudio.
12 recuerden que en ese
entonces ustedes estaban separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de
Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el
mundo.
Pablo nuevamente hace
énfasis en la condición triste que estos efesios se encontraban
antes de Cristo. No tenían vida, no tenían verdad, y no tenían ningún camino
a la esperanza. Estaban sin bendición ya que las bendiciones están en Cristo.
El ser excluido de la ciudadanía de Israel, se refiere a que
no eran judíos y por
lo tanto, no podían gozar de los derechos que los judíos tenían. Los Gentiles por naturaleza eran idolatras, y
no adoraban a Dios, como los judíos lo hacían, y dado a que no eran del pueblo
de Dios no podía gozar de la bendición de tener a Dios con ellos. Todo esto les
pasaba porque no tenían a Cristo con ellos.
13 Pero ahora en Cristo
Jesús, a ustedes que antes estaban lejos, Dios los ha acercado mediante la
sangre de Cristo.
El apóstol Pablo dirige un pensamiento a la verdad que está en Cristo Jesús.
‘Ustedes que
antes estaban lejos’ se refiere a los gentiles
que estaban lejos de Cristo, de la esperanza y de Dios. Y en un sentido,
también estaban lejos geográficamente de Palestina, el centro de la verdadera
religión. Palestina fue escogida providencialmente como el hogar de los
escogidos de Dios, ya que estaba en un lugar central entre Europa, Asia y
África. Pero las naciones estaban muy lejas de la región de Palestina hasta el
punto que no tenía una vida como la de los judíos.
14 Porque Cristo es nuestra paz: de los dos pueblos ha hecho uno solo, derribando mediante su sacrificio el muro de enemistad que nos separaba,
15 pues anuló la ley con sus
mandamientos y requisitos. Esto lo hizo para crear en sí mismo de los dos
pueblos una nueva *humanidad al hacer la paz,
16 para reconciliar con Dios
a ambos en un solo cuerpo mediante la cruz, por la que dio muerte a la
enemistad.
17 Él vino y proclamó paz a
ustedes que estaban lejos y paz a los que estaban cerca.
Cristo abolió la ley de Moisés por medio de Su muerte en la cruz para
poder reconciliar las enemistades de ambos pueblos: Judíos y Gentiles. Todo
esto se llevó a cabo para un propósito, reconciliar a los judíos y gentiles en un
solo cuerpo, la Iglesia, y de esta manera poder crear paz en ellos. Dios por
medio de Cristo hizo y continua haciendo que todo esto sea posible.
18 Pues por medio de él
tenemos acceso al Padre por un mismo Espíritu.
Por medio de la cruz de Jesús y ese sacrificio que hizo por toda la
humanidad ahora todos Judíos y Gentiles tenemos acceso al Padre por un mismo
Espíritu. Aquí podemos ver como los tres están envueltos en nuestra salvación:
Dios, Cristo y Espíritu Santo.
Lean en este blog el primer Capítulo de Efesios versículo 1:13-14: Por
medio de ese Espíritu somos reconocidos como hijos de Dios.
Otra bendición que gozamos en Cristo—el acceso al Padre por medio del
Espíritu
y por medio del
Sacrificio que Cristo hizo por el mundo. Vea en este blog el Capítulo 1 de
Efesios versículo 3.
19 Por lo tanto, ustedes ya
no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos de los *santos y miembros de
la familia de Dios,
En su único cuerpo, la Iglesia, todos los miembros son santos en la
familia de Dios.
20 edificados sobre el
fundamento de los apóstoles y los profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra
angular.
Lo más importante de Cristo quien es la principal piedra angular, lo
cual significa que Cristo es esa piedra importante en la fundación del edificio
que es la Iglesia. Sin esa piedra el edificio no está completo.
21 En él todo el edificio,
bien armado, se va levantando para llegar a ser un templo santo en el Señor.
Pablo describe a los creyentes como un edificio espiritual. Este
edificio crece y crece por medio de más miembros que Dios añade a ese edificio
el cual viene a ser un templo santo en el Señor.
22 En él también ustedes son
edificados juntamente para ser morada de Dios por su Espíritu.
Nosotros los cristianos somos el templo donde mora Dios por medio del
Espíritu que está en nuestro corazón. Por esto es de suma importancia que nos
mantengamos alejados del pecado, para que Dios siempre more en nuestros
corazones.
El que destruya el templo de Dios, invita destrucción a su vida de
acuerdo a lo
que Pablo enseña en 1 Corintos
3:16-17
¿No sabéis
que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno
destruyere el templo de Dios,
Dios le
destruirá a él; Porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo
Es”.
Leamos también 1 Pedro 2:5
Vosotros
también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio
santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de
Jesucristo
CONCLUSION:
Hay que alejarnos
de nuestro pasado pecaminoso. Vivir bajo la guía del Espíritu Santo es la opción
que tenemos para poder vivir eternamente en Cristo Jesús.
Gracias por estudiar el final del Capítulo 2 del Libro de Efesios. La
semana que entra continuaremos con el Capítulo 3 de este fabuloso manual para
llevar una vida cristiana.
Pastor Armando García ULCM
Está usted invitado a escuchar en vivo a las 10:00 am el servicio
dominical de la Epístola de Efesios que se realiza en la ciudad de Querétaro,
México. Para más información llame al 442-497-1360.
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