Por fin llegamos al último capítulo de este maravilloso libro, guía de nuestras vidas en Cristo Jesús. Un estudio preparado por el Pastor Armando García ULCM.
Lean completo el capítulo 6 antes de entrar a su análisis.
1 Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo.2 Honra a tu padre y a tu madre (que es el primer
mandamiento con promesa), 3 para que te vaya bien y vivas largo tiempo sobre la
tierra.
4 Y
ustedes, padres, no provoquen a ira a sus hijos, sino críenlos en la disciplina
y la instrucción del Señor.
5 Siervos,
obedezcan a los que son sus amos en la tierra con temor y temblor, con
sinceridad de corazón, como a Cristo; 6 no
sirviendo solo cuando se les esté mirando, como los que quieren quedar bien con
los hombres, sino como siervos de Cristo, haciendo la voluntad de Dios con
ánimo. 7 Sirvan
de buena voluntad, como al Señor, no como a los hombres, 8 sabiendo
que el bien que haga cada uno eso recibirá de parte del Señor, sea siervo o
libre.
9 Y
ustedes, amos, hagan con ellos lo mismo, dejando las amenazas porque ustedes
saben que el mismo Señor de ellos y de ustedes está en los cielos, y que no hay
distinción de personas delante de él.
La armadura que Dios ha provisto
10 Por
lo demás, fortalézcanse en el Señor y en el poder de su fuerza.11 Vístanse
de toda la armadura de Dios, para que puedan hacer frente a las intrigas del
diablo; 12 porque
nuestra lucha no es contra sangre ni carne, sino contra principados, contra
autoridades, contra los gobernantes de estas tinieblas, contra espíritus de maldad
en los lugares celestiales.
13 Por
esta causa, tomen toda la armadura de Dios para que puedan resistir en el día
malo y, después de haberlo logrado todo, quedar firmes. 14 Permanezcan,
pues, firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, vestidos con la coraza de
justicia 15 y
calzados sus pies con la preparación para proclamar el evangelio de paz. 16 Y
sobre todo, ármense con el escudo de la fe con que podrán apagar todos los
dardos de fuego del maligno. 17 Tomen
también el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de
Dios, 18 orando
en todo tiempo en el Espíritu con toda oración y ruego, vigilando con toda
perseverancia y ruego por todos los santos. 19 Y
también oren por mí, para que al abrir la boca me sean conferidas palabras para
dar a conocer con confianza el misterio del evangelio 20 por
el cual soy embajador en cadenas; a fin de que por ello yo hable con valentía,
como debo hablar.
Conclusión
21 Ahora
bien, para que también ustedes sepan cómo me va y qué estoy haciendo, todo les
informará Tíquico, hermano amado y fiel ministro en el Señor. 22 Por
esto mismo lo he enviado a ustedes para que sepan lo tocante a nosotros y para
que él anime sus corazones. 23 Paz
sea a los hermanos, y amor con fe, de parte de Dios Padre y del Señor
Jesucristo.24 La
gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor
incorruptible
Análisis
El
capítulo final de la carta a los efesios es una continuación de las exhortaciones
prácticas: para los hijos, versículos 1-3; para los padres, ver. 4; para los
siervos, versículos 5-8; para los amos, ver. 9. Los versículos 10-17 describen
la armadura de Dios que todo soldado cristiano debe llevar todo el tiempo. Los versículos
18, 19, una exhortación a que oremos en todo tiempo. Pablo se clasifica a sí
mismo como embajador en cadenas en el ver. 20. En las salutaciones finales (versículos
21-22), les dice que Tíquico les podría informar del estado de él; y termina
con la bendición usual (versículos 23,24).
6:1
-- "Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres". Lean Éxodo 20:12;
21:15-17; Levítico 20:9; Deuteronomio 5:16; 21:8; 6:20; 30:17. Bajo la ley de
Moisés el pueblo fue obligado a apedrear a los hijos rebeldes (Deuteronomio
21:18-21). Jesús pone el buen ejemplo para los niños, estando sujeto a José y
María (Lucas 2:51).
"En el Señor" significa "de acuerdo con la voluntad del
Señor". Los hijos deben estar sujetos a sus padres en todas las cosas, a
menos que haya conflicto entre la voluntad de ellos y la voluntad
de Dios.
--
"porque esto es justo", "porque esto agrada al Señor" (Colosenses
3:20). Agrada al Señor porque es justo y correcto; es razonable y normal. Los
hijos necesitan de dirección. No conviene en ninguna manera que se dejen solos
para dirigirse por ellos mismos. No tienen la capacidad para ello; les faltan
el entendimiento y la experiencia. La lección más básica que deben aprender
todos los niños es la obediencia, estar sujetos a sus padres.
6:2
-- "Honra a tu padre y a tu madre". Lean los mandamientos en Éxodo
21:17; Deuterenomio27:16; 21:18-21; Proverbios 20:20. Jesucristo honraba a sus
padres. Estaba sujeto a ellos. Y sobre la cruz le encargó al apóstol Juan el
cuidado de María, su madre (Juan 19:26, 27). Aun en su muerte Jesús no pensaba
en su propio sufrimiento, sino en el bienestar de su madre. Nuestros padres
nos trajeron a este mundo, y nos cuidaban cuando no podíamos cuidarnos solos,
nos daban de comer, nos educaban y nos criaban. Por todo esto merecen honor.
En Marcos 7:8-13 aprendemos una de las tradiciones más diabólicas inventadas
por los fariseos y escribas, una tradición por la cual ellos invalidaron la ley
de Dios de honrar a los padres. Este mandamiento incluyó el cuidado de los
padres en su vejez. La ley de Cristo requiere la misma cosa (1 Timoteo 5:4-8).
Nuestra deuda es grande; no terminamos de "recompensarles", ni aun en
todos los días de su vida. Nos cuidaban cuando no podíamos cuidarnos solos, y
ahora nos corresponde cuidar de ellos cuando ya no puedan cuidarse solos.
6:3
-- "para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra".
Véanse Deuteronomio 6:24; 1 Pedro 3:10-12. La obediencia a Dios, desde la
juventud, es para nuestro propio bien, y para nuestra propia felicidad. Muchos
jóvenes se destruyen solos viviendo en plena rebeldía. Buscan satisfacción en
las drogas, en el alcohol, y en el desenfreno total, pero no les va bien. La
vida de muchos de ellos se ve disminuida, aun en cuanto a años de vida. Es
alarmante el número creciente de suicidios entre la juventud. Otros muchos
destruyen sus cuerpos, y aun sus mentes, con su forma de vivir.
6:4
-- "Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos"
Hay muchas maneras de provocar a ira o exasperar a los hijos: (1) abusar de
la autoridad (ser crueles, abusivos tanto con palabras como con hechos); (2)
criticarles, y aun hacer burla de ellos; (3) ser injustos en la disciplina
(administrar castigo que no es apropiado, por ser excesivo o inadecuado, o
motivado por el enojo); (4) ser parciales (Génesis 37:3,4); (5) por usar amenazas
huecas; (6) humillarlos y avergonzarlos innecesariamente; (7) usar medios
necios para "castigar" (encerrarlos en un cuarto oscuro, o asustarlos
con mentiras); (8) no hacerles caso; (9) esperar demasiado de ellos (como si
fueran adultos); en fin, los padres mismos, si no son maduros, pueden provocar la
ira o exasperar a sus hijos. Muchas veces los padres son más
"niños" que los niños.
--
"sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor". La
palabra "disciplina" abarca todo el proceso de criar y
entrenar a los hijos. Los hijos consentidos tendrán una vida de miseria.
"El muchacho consentido avergonzará a su madre" (Proverbios 29:15).
La palabra "consentido" en este texto significa "dejado
solo".
En
Job 39:5 esta palabra se traduce "echar libre" ("¿Quién echó
libre al asno montés, y quién soltó sus ataduras?") Los hijos no deben
andar libres como el "asno montés"; no les conviene. Pues no es para
su bienestar, sino para su ruina.
Los padres, para obedecer este mandamiento, deben poner el buen
ejemplo en todo. Los hijos aprenden mucho del ejemplo de sus padres.
Deben ser, pues, fieles y constantes siempre en el habla, en la conducta, en la
asistencia a las reuniones de la iglesia, en la obra personal, y aun en su
actitud.
Debe haber paz y armonía en el hogar, porque el ambiente en el
cual se crían nuestros hijos es un factor muy importante en su crianza.
Además, los padres deben instruir con toda diligencia a sus
hijos. No deben depender de la iglesia, sino deben aceptar la responsabilidad
que Dios les ha dado. Lea con cuidado los siguientes textos sobre este asunto:
Génesis 18:19; Deuteronomio 6:5-9; 2 Timoteo 1:5; 3:14, 15. Lo
importante es que cada hijo tenga convicciones, que crea de todo corazón y
que ame a Dios de todo el corazón, y con toda su alma, y con todas sus fuerzas,
y con toda su mente. Debe estar bien doctrinado, para que no caiga en el error
sectario. Para estar seguro de esto, los padres deben animar a los
hijos a expresarse, a hacer comentarios, a hacer preguntas o a expresar
dudas. Muchos padres suponen que sus hijos creen cuando, en
realidad, son incrédulos o indiferentes. Lea Job. 1:5.
Es muy importante que cada hijo sea enseñado, entrenado y corregido de acuerdo
con su propia individualidad. Muchos padres tienen problemas con
sus hijos porque no cumplen con este deber. Dice Proverbios 22:6,
"Instruye al niño en su camino y aun cuando fuere viejo no se apartará de
él". La expresión "en su camino" puede traducirse "conforme
a su camino"; es decir, según la naturaleza del niño, según su edad, su
mentalidad, su genio, su disposición y aptitudes. Cada hijo es un individuo,
diferente y único; debe ser enseñado y guiado según su propia mentalidad,
capacidad (aptitudes) y disposición. Los hijos no se pueden criar "en
grupos", sin darles atención individual.
La corrección debe ser estrictamente corrección, ni más, ni
menos. Lea otra vez la manera en que los padres pueden provocar a ira a sus
hijos. El hijo debe obedecer, y cuando obedece, debe ser alabado y alentado.
Debe saber que la obediencia le agrada a Dios y a sus padres. También debe
aprender que la desobediencia no se tolera, y que será castigada. Los padres
no deben requerir o prohibir alguna cosa si no esperan la obediencia. Un
problema muy grande en el hogar es que los padres siempre mandan y prohíben a
la ligera, y no exigen que los hijos les hagan caso.
Lea con cuidado los textos en Proverbios sobre la corrección: 13:24; 19:18;
22:15; 23:13, 14; y 29:15. Son consejos muy prácticos.
6:5
-- "Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor".
El evangelio no prohíbe la esclavitud. Este es un asunto muy criticado por
parte de los agnósticos, ateos y hasta personas con ideología comunista o
socialista. Pero el evangelio sí ha tenido mucho que ver con la abrogación de
la esclavitud en el mundo. La enseñanza de Cristo obra como la luz que ilumina
las mentes de los hombres, y obra como la levadura (Mateo 13:33). Ha elevado a
la mujer que era víctima de muchos abusos en el tiempo de los césares. Ha
producido mejores leyes en el mundo. Ha influido en las artes y en la
literatura del mundo. En fin, ha tenido su impacto sobre la civilización
humana.
--
"con temor y temblor", expresión que indica profundo respeto por
la autoridad que nos hace obedecer y sujetarnos, para no ser castigados. Véase
Filipenses 2:12.
--
"con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo", con corazón
singular, con "sincera fidelidad" (2 Corintios 11:3). Es interesante
observar que la palabra "sencillez" se traduce también como
"generosidad" en 2 Corintios 8:2, dando a entender que si el corazón
es sencillo o singular, seremos generosos en la ofrenda a Dios. La sencillez
de corazón que el siervo debe poseer se explica en el siguiente versículo.
6:6
-- "no sirviendo al ojo ... de corazón". Debe dar servicio al
amo, como si fuera Cristo. No debe servir "al ojo"; es decir, cuando
el amo le esté vigilando, queriendo agradar al hombre (el amo)
solamente, sino debe servir fielmente porque Cristo se lo
requiere, y le agrada a Él. Toda carga es menos pesada si se recuerda que el
Amo verdadero no es algún hombre, sino es Cristo.
Los siervos podían alentarse con el pensamiento de que Cristo vino a la tierra
para ser el siervo de los hombres (Juan 13:1-20; Marcos 10:45; Filipenses
2:7,8). Cristo podía identificarse perfectamente con los siervos.
6:7
-- "sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres".
Todo trabajo se hace más fácil si trabajamos "de buena voluntad, como al
Señor". El trabajo se hace más pesado para los que trabajan de mala
gana, con resentimiento y amargura. Esto no quiere decir que el trabajador
cristiano no puede tratar de mejorar la situación de su empleo. Pero la mala
voluntad, los enojos y disgustos, y las reacciones carnales no ayudan a
mejorar la situación, sino hacen más duro y más insoportable el trabajo. Jesús
dice, "a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él
dos" (Mateo 5:41).
Este pensamiento es muy importante para todo trabajador de hoy en día. El
cristiano siempre sirve a Dios. Dios le da empleo, y es importante que el
cristiano recuerde esto. Hay patrones y mayordomos duros, inconsiderados y
déspotas, pero será más fácil tolerarlos si recuerda que el verdadero Patrón es
Dios quien, con este empleo que le da al cristiano, pone pan sobre la mesa.
Por
lo tanto, es necesario estar agradecido siempre y evitar el murmurar. Si es
posible conseguir otro empleo mejor, bien; pero, mientras conviene la paciencia
y tolerancia, y sobre todo el agradecimiento. Mucho cuidado de no murmurar
contra Dios (no vayamos a morder la mano que nos da el pan).
6:8
-- "sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea
siervo o sea libre". "Porque Dios no es injusto para
olvidar vuestra obra" (Hebreos 6:10). Tanto los siervos como los libres
pueden hacer bien, y pueden demostrar en su conducta las enseñanzas de Cristo,
con la plena esperanza de la recompensa eterna.
6:9
-- "Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las
amenazas". En la iglesia primitiva había esclavos y amos. Filemón
era amo. Los amos eran tentados a proferir amenazas y asustar a los siervos
para que trabajaran mejor y se sujetaran.
El castigo causa sufrimiento, y también lo causa el saber de antemano que podemos
ser castigados. Pero el evangelio requería que los amos buscaran el bienestar
de los siervos, porque en Cristo "no hay esclavo ni libre" (Gálatas
3:28). Con tales enseñanzas de hermandad el evangelio socavaba para terminar
la esclavitud.
--
"sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para
El no hay acepción de personas". Dios no reconoce las
distinciones de clase hechas por los hombres; los "amos" también
tienen Amo. Dios es el Defensor de los siervos, de los pobres, de la viuda y
los huérfanos y de todo necesitado. Los que maltratan a los tales -- o no
cuidan de ellos -- darán cuenta a Dios.
6:10
-- "Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de
su fuerza". Para concluir su carta Pablo describe la armadura que
el soldado cristiano debe llevar para fortalecerse en el Señor. En esta
armadura vemos una combinación perfecta de la gracia divina y la responsabilidad
humana. "Fortaleceos" (vosotros) "en el Señor".
Cada cristiano debe prepararse con un "traje" completo de
armadura. Es algo que llevar, y no algo que ver y admirar. Debemos
hallar nuestra fuerza en el Señor. "Pues aunque andamos en la carne, no
militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales,
sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando
argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y
llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo" (2 Corintios
10:3-5). Los religiosos -- aunque sean hermanos -- que emplean tácticas
carnales no pelean por el Señor.
Recuérdese lo que Pablo ya había dicho en este libro acerca del poder de Dios
(1:19,20; 2:6; 3:20); también en Romanos 1:16, "Porque no me avergüenzo
del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que
cree".
6:11
-- "Vestíos de toda la armadura de Dios, para podáis estar firmes contra
las asechanzas del diablo". Es importante enseñar y predicar
sobre el tema de la armadura de Dios, pero lo más importante es que la
llevemos. No dice Pablo, "Analice la armadura", sino "Vestíos de
la armadura".
Recuérdese siempre que Dios ha demostrado su gran poder en resucitar a Cristo,
y en resucitarnos a nosotros de la muerte espiritual, para hacernos
sentar en lugares celestiales. Cristo derrotó a Satanás, y esto nos asegura
que podemos hacer lo mismo. Sin embargo, para hacerlo es indispensable que
llevemos la armadura asignada por Dios. La recompensa es para los que puedan
vencer (Apocalipsis 2:7, 11, 17).
--
"las asechanzas del diablo". El diablo existe. No es una
ilusión. Es una persona, un espíritu maligno que no tiene cuerpo pero sí
existe. Es llamado "Satanás" que significa "adversario";
lucha sin cesar en contra de Dios y su pueblo. Tiene un ejército, bien
organizado. Tiene sus huestes. El campo de batalla es el corazón humano (2
Corintios 3:4, 5). Tanto el diablo, como el Señor, quieren tomar posesión del
corazón humano. ¿Qué son las "asechanzas" del diablo? La palabra significa
"engaño o artificio que se hace para perjudicar a otro".
Observe algunos ejemplos: (1) mezclar el error con la verdad para que sea más
plausible (Génesis 3:4, 5, 22); (2) citar textos bíblicos pero torcerlos para
enseñar el error (Mateo 4:6; 2 Pedro 3:16); (3) aparecer como ángel de luz, y
presentar a sus ministros como ministros de justicia y aun como apóstoles de
Cristo (2 Corintios 11:13-15); (4) tratar de imitar a Dios, haciendo prodigios
engañosos (2 Tesalonicenses 2:1-4, 9); (5) sembrar cizaña entre el trigo (Mateo
13:39); (6) convencer y animar a sus seguidores a pintar caricaturas ridículas
de él para que la gente crea que en realidad él no existe, sino que
"Satanás" es simplemente la invención de la imaginación humana
(como le es "Santa Claus"); (7) entrar en lugares (la iglesia) donde
no se espera que entre (2 Tesalonicenses 2:4); y (8) prometer que el bien se
realiza haciendo el mal (Lucas 4:6, 7); Romanos 3:8).
El diablo empleará, pues, cualquier método que se pueda utilizar para vencer y
destruir a los hijos de Dios. Otros ejemplos de sus métodos son: la atracción
de placeres mundanos, el amor al dinero, el temor a la persecución, el deseo de
agradar a los hombres (mayormente a los familiares y amigos), lo contagioso del
mal ejemplo, y lo agradable del mundo.
Uno de los poderes más destructores del diablo es la enseñanza de personas
muy "educadas", que ridiculizan a la Biblia, como lo son muchos
intelectuales, gente de izquierda y hasta de derecha que critican a la iglesia,
la existencia de Dios, y a la vez enseñan la evolución, la "educación sexual",
y el humanismo (que el hombre depende de sí mismo para todo, y que no depende
de Dios para nada).
¿Quién, pues, no puede ver la importancia de vestirse de toda la armadura de
Dios? No se debe omitir nada. Es para nuestra defensa, y es para nuestra pelea
en la batalla del Señor. Es una locura avanzar contra el enemigo con la armadura
de la sabiduría y filosofía humanas y sin la armadura de Dios.
6:12
-- "Porque no tenemos lucha contra sangre y carne", no contra el
hombre.
--
"sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de
las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las
regiones celestes". No luchamos contra meros hombres, sino
contra hombres inspirados por Satanás, contra hombres que son títeres e
instrumentos del diablo, para llevar a cabo su obra en la tierra. Satanás entró
en Judas (Lucas 22:3); entró en Ananías y Safira (Hechos 5:3); trabajó por
medio de los judíos y romanos para crucificar a Cristo y para perseguir a los
cristianos. Es el criminal principal, el jefe de todos los criminales en el universo.
Pero es el "príncipe de este mundo" (Juan 12:31); es el "dios de
este siglo" (2 Corintios 4:4). Usa "lazos" (1 Timoteo 3:7; 2
Timoteo 2:26), y tiene muchos cautivos (2 Timoteo 2:26), pero Cristo lo
derrotó, e hizo posible la libertad para todos (Hebreos 2:14,15). Esto
demuestra que Satanás no tiene poder ilimitado. Podemos escapar de sus
tentaciones (1 Corintios 10:13), y podemos resistirlo (Santiago 4:7; 1 Pedro
5:8,9). Podemos ser tentados al pecado, pero no cedemos al pecado.
--
"las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales". La
palabra "tinieblas" se refiere a toda fuerza satánica que se opone a
la luz de Dios. Se refiere al antagonismo contra la voluntad de Dios. En esta
categoría se incluyen todas las influencias mundanas, y todas las
"huestes espirituales". Los poderes espirituales quieren ganar el
espíritu (el corazón) del hombre. Hay una lista interminable de estas fuerzas
espirituales: incluye el paganismo, el judaísmo, la idolatría, la superstición,
la hechicería, el comunismo, el catolicismo, el movimiento
"anticristo" el sectarismo, el liberalismo, el extremismo, el materialismo
y la lista es muy larga.
Recuérdese que esta lucha tiene que ver con ideas, enseñanzas y filosofías,
para ganar la mente y el corazón del hombre. Es por eso que Satanás siempre ha
tenido tantos falsos maestros y engañadores en el campo religioso. "Yo
saldré, y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas" (1 Reyes
22:19-23). Así hablan los voluntarios de Satanás. ¡Cuántos hombres y mujeres
ofrecen su servicio a Satanás! (Estudie con cuidado los siguientes textos:
Mateo 16:23; 23:15; Juan 8:44; 2 Corintios 11:13-15. Los cristianos prestan sus
miembros -- y esto incluye su cabeza -- solamente a Cristo, Romanos 6:12-18).
6:13
-- "Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir
en el día malo". La Biblia nos enseña que podemos resistir al
diablo (Santiago 4:7; 1 Pedro 5:8,9), y que podemos vencerlo. Un gran número de
santos lo han hecho, y lo están haciendo ahora. Pero para vencer es preciso
llevar toda la armadura de Dios. Que todos oigan esta exhortación: "tomad
toda la armadura".
El propósito de tomarla es para resistir al diablo en el día malo. Es probable
que el "día malo" se refiera a la tentación o prueba severa, algún
encuentro crítico con Satanás, alguna crisis en la vida. Pero no siempre
sabemos precisamente cuándo alguna prueba o tentación grande pueda venir, y
tenemos que estar preparados todo el tiempo. De esta manera podemos decir con
el salmista, "¿Por qué he de temer en los días de adversidad, cuando la
iniquidad de mis opresores me rodeare?"
¿Cuál es la mejor defensa del cristiano? Su mejor defensa es el ataque contra
el mal. No conviene que los cristianos estén sentados esperando el ataque del
enemigo. Pablo describe los soldados listos para entrar agresivamente en la
pelea contra el diablo. Se defienden mientras atacan. Esta armadura no tiene
que ver simplemente con la defensa del cristiano cuando es atacado por Satanás,
sino con la protección del cristiano en la batalla que él mismo inicie contra
el enemigo.
Pablo demostró esto en su ministerio: (1) peleó continuamente contra los
errores de los judaizantes; (2) denunció los errores de los corintios (la
división, la fornicación, la litigación, etc.); (3) denunció a los
tesalonicenses que no trabajaban; (4) atacó severamente las especulaciones vanas
de los colosenses; (5) Hechos13:13-28 narra las luchas continuas de Pablo durante
su ministerio que se extendió a todos los países. Sus labores constituyeron
una "guerra ofensiva" contra el mal. Los apóstoles encontraron
"el mundo entero ... bajo el maligno" (1 Juan 5:19), y atacó
fuertemente su indiferencia. Su obra causó mucho conflicto, porque el mundo no
quiere que le moleste.
--
"y habiendo acabado todo, estar firmes", guardando el
terreno ya ganado, y estando firmes contra el enemigo, no rendirse, sino
vencerlo siempre, resistiendo sus ataques, y luchando para tomar más
territorio para Cristo.
El soldado cristiano debe estar siempre firme, defendiendo y perseverando en
la doctrina apostólica. El que no lo hace puede caer en el error. ¿Quién puede
estar en pie delante de Dios en el día final? No los pecadores (Salmo 1:5),
sino los que están firmes, "habiendo acabado todo".
6:14
-- "Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad". Pablo
se refiere al cinto ancho llevado por el soldado romano. La ropa suelta fue
ceñida para que no impidiera el movimiento libre (véase 1 Pedro 1:13). El cinto
nuestro es la verdad, tanto subjetiva como objetiva, porque la palabra
"verdad" incluye la idea de la sinceridad. Para ceñir bien sus
lomos, el cristiano debe creer la verdad y amarla de todo el corazón, y ser
sincero en su lucha por la verdad y contra el error. Esta exhortación tiene
mucho que ver con la franqueza.
Cada persona debe preguntarse, "¿Quiero sinceramente entrar en esta pelea,
y luchar contra las fuerzas de Satanás? ¿Soy sincero(a)?" Sobre todo el
guerrero del Señor debe poseer la integridad. "Siguiendo la verdad en
amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo"
(4:15). "He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo" (Salmo 51:6).
"Quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte
de Galaad" (Jueces 7:3).
--
"y vestidos con la coraza de justicia". La coraza cubre el
pecho (el corazón, los pulmones). La justicia no es la expresión piadosa en la
cara, ni el tono "consagrado" en la voz. No significa llevar títulos
religioso (Mateo 23:8,9). No es difícil reconocer la justicia, porque "Si
sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido
de él ... Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es
justo" (1 Juan 2:29; 3:7). Dice el Salmo 119:172, "Todos tus mandamientos
son justicia". La coraza se menciona también en 1 Tesalonicenses5:8,
"Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido
con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como
yelmo". En 2 Corintios 6:4-7 Pablo dice, "nos recomendamos en todo
como ministros de Dios ... con armas de justicia a diestra y a siniestra".
Sin la justicia (nuestra coraza) no tenemos defensa, y no hay seguridad de la
salvación. Sin ella no hay fuerza para atacar las fortalezas de Satanás, y no
puede haber victoria para Cristo.
6:15
-- "y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz". En
este texto Pablo habla de "paz" en el contexto de guerra. Pero esta
paz no se logra por medio de algún compromiso con el diablo. Es la paz de
Romanos 5:1; Filipenses 4:7; y 2 Timoteo 4:7, 8. Cuando peleamos contra Satanás
estamos trabajando por la paz. El pacificador de Mateo 5:9 no es algún
individuo muy tolerante que permita todo y que no se oponga a nadie ni a nada,
sino es el guerrero de Cristo que busca la paz a través de victorias sobre
Satanás. No tenemos paz con Dios, ni con cristianos fieles, si no estamos
firmes en nuestra lucha contra el pecado y el error. El evangelio produce paz
con Dios, no con el diablo y sus siervos.
6:16
-- "Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los
dardos de fuego del maligno". El escudo del soldado romano era
grande y rectangular como una puerta. Al dar contra el escudo los dardos
encendidos se apagaban y sus puntas se quebraban. Satanás tiene muchos dardos.
Sus dardos producen en el corazón y en la conducta las cosas carnales mencionadas
en Gálatas 5:19-21, y en los otros catálogos del pecado. Pero con el escudo de
la fe podemos apagarlos.
6:17
-- "Y tomad el yelmo de la salvación". Este yelmo que
protege la cabeza es la esperanza (vea 1 Tesalonicenses 5:8). "Porque en esperanza
fuimos salvos" (Romanos 8:24). La esperanza es el ancla del alma del
cristiano (Hebreos 6:18,19). "Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que
cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos
de él avergonzados" (1 Juan 2:28). En la lucha diaria es indispensable que
el cristiano tenga confianza y esperanza. De otro modo se desalienta y
desmaya. En su primera carta el apóstol Juan dice "sabemos" unas
trece veces. Leamos esta carta frecuentemente para que recordemos la base de
nuestra confianza en Cristo.
--
"y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios". No se
necesita otra arma ofensiva, aparte de la palabra de Dios, para combatir y
vencer las huestes de Satanás. Por medio de su palabra Dios creó el universo y
sostiene todas las cosas. La palabra predicada convence y convierte almas,
porque corta y penetra el corazón (Hechos 2:22-37; 5:33; 7:54; Hebreos 4:12).
Jesús dijo a sus apóstoles, "yo os daré palabra y sabiduría, la cual no podrán
resistir ni contradecir" (Lucas 21:15). La "espada del Espíritu"
debe ser empleada para exponer y derrotar toda forma de pecado y error, las
religiones falsas, y las filosofías humanas. Jesús usó esta espada cuando fue
tentado (Mateo 4:1-11); tres veces fue tentado, y tres veces dijo "Escrito
está". Recuérdese 2 Corintios 10:3-5.
Esta
"espada" es eterna (1 Pedro 1:23-25). Isaías (11:4) dice acerca del
ministerio de Cristo: "Juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con
equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca,
y con el espíritu de sus labios matará al impío".
6:13
-- "orando en todo tiempo", para tener comunicación continua
con nuestro "cuartel general". "En todo tiempo"; "orad
sin cesar" (1 Tesalonicenses 5:17). La guerra es del Señor; Él manda, y es
importante que estemos en contacto con Él. Muchas campañas militares
y muchos soldados se han perdido por falta de buena comunicación entre el
ejército y el general. Nuestros recursos son de Dios. El soldado
cristiano que lleva toda la armadura de Dios, emplea la espada del Espíritu, y
sigue en oración, tendrá una confianza firme de ser vencedor.
--
"con toda oración y súplica en el Espíritu", con alabanzas,
con peticiones, con acción de gracias, con confesión de pecados, y con
intercesión por otros, "en el Espíritu", en completa armonía con las
instrucciones del Espíritu.
--
"y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los
santos". Velar y orar se conectan en varios textos (Mateo 26:41;
Hechos 20:31; 1 Tesalonicenses 5:1-8; 1 Pedro 5:8). Velar significa estar
alerta, atento. "Con toda perseverancia" (Lucas 11: 5-10; 18:1-8); no
desmayar (2 Corintios 4:16). "Súplica por todos los santos", y no
solamente por nuestra propia lucha; todos los santos en están la misma lucha.
Somos compañeros de milicia.
Cristo intercede por nosotros (Hebreos 4:15,16; 7:25; Juan 17:21). Los conversos
judíos debían interceder por sus hermanos gentiles, y éstos por aquéllos. Los
miembros ancianos y jóvenes deben orar los unos por los otros. Todos somos uno
en Cristo, un solo ejército, un solo cuerpo (1 Corintios 12:13-27).
6:19
-- "y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a
conocer con denuedo el misterio del evangelio". Pablo pidió las
oraciones de los hermanos para que él tuviera un ministerio exitoso. Habló
frecuentemente de sus flaquezas (1 Corintios 2:1-5; 2 Corintios 12:8-10; 1
Timoteo 1:15; Efesios 3:8). Fue probado severamente en muchas ocasiones (2
Corintios 11:24-28). Quería hablar con valor en toda ocasión, y mayormente
cuando llevaba el nombre de Cristo delante de reyes, gobernadores, y otros
hombres eminentes.
6:20 -- "por el cual soy embajador en cadenas", un
cuadro incongruente e inconsecuente: Los embajadores son hombres libres que
disfrutan de gran dignidad y respeto; es muy incorrecto que estén encarcelados. Pablo
era y es embajador de Cristo (2 Corintios 5:20).
--
"que con denuedo hable de él, como debo hablar". Pablo siempre
habló con denuedo: delante de los filósofos de Atenas (Hechos 17:22-31);
delante de Félix (Hechos 24); delante del rey Agripa, "en cadenas"
(Hechos 26:29); y en todo lugar. Escribió este libro como carta a los efesios
desde Roma, donde estaba preso, pero "la palabra de Dios no está
presa" (2 Timoteo 2:9). Pidió las oraciones de los santos a fin de que
pudiera seguir toda la vida hablando la palabra con valor, y que nunca fuera
intimidado y atemorizado como muchos presos. Cristo prometió su ayuda para
tales experiencias (Mateo 10:19,20; Lucas 21:12-15; Mateo 28:20).
Observación final sobre la armadura de Dios: la iglesia de Cristo es el
ejército del Señor, y es el único adversario verdadero de Satanás. Los que
profesan ser soldados en este ejército, pero que en realidad no quieren
luchar, deben hacer como los 22,000 que se mencionan en Jueces 7:3, porque no
valen nada en el ejército del Señor.
6:21
-- "Para que también vosotros sepáis mis asuntos ... Tíquico". Véanse
Hechos 20:14; Col. 4:7,8. Tíquico fue el mensajero que les entregó a los
efesios esta carta.
6:22
-- "el cual envié a vosotros para esto mismo". La carta
sería de gran aliento para los santos, pero la visita personal de este fiel
compañero de Pablo, bien enterado personalmente de la condición de Pablo,
sería de mucho consuelo para ellos.
6:23
-- "Paz sea a los hermanos, y amor con fe". ¡Cuántas veces
habla Pablo de estas tres cosas! Son temas principales de este libro o carta.
Habla de paz en 1:2; 2:14, 15, 17; 4:3; y 6:15. Habla del amor en 1:4, 15; 2:4;
3:17, 19; 4:2, 15, 16; 5:2, 25, 28, 33. Habla de la fe en 1:15; 2:8; 3:12, 17;
4:5, 13; 6:16. Estas cualidades merecen el mismo énfasis ahora. "De Dios
Padre y del Señor Jesucristo", el origen, y la única fuente de estas
cualidades.
6:24
-- "La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con
amor inalterable (incorruptible). Amén". La gracia de Dios se
recibe solamente a través de Cristo.
Llegamos
al final del libro de Efesios. Nuestro próximo estudio será continuar en el libro
de Romanos que dejé inconcluso al terminar el capítulo 8 en el mes de febrero
del 2010 http://alphayomegachurch.blogspot.com/2010/02/romanos-8.html
Pronto
tendré para ustedes Romanos 9 y hasta el final del libro que es la verdadera
teología del cristianismo.
Pastor
Armando García ULCM