Preparado por el Reverendo Armando García
ULCM
Salomón concluye en estos últimos versículos a resumir su
propia experiencia, diciéndonos aquí el resultado de la investigación que
emprendió por medio de la sabiduría, descubriendo que todo es vanidad provocando
un desgastamiento de conocimiento, tanto de la mente como de su carne.
12 Yo, el
Predicador, fui rey sobre Israel en Jerusalén.
Salomón menciona
otra vez como al principio del Capítulo 1 su posición como Rey de Israel. Una
posición muy única la cual le permitió probar todas las cosas que los hombres
anhelaban y siguen anhelando en su búsqueda del placer mundano. Mientras más veía
los trabajos realizados bajo el sol, cuanto más veía su vanidad; y a menudo
irritaba a su espíritu.
Su honor y sus inmensas riquezas le capacitaron para
hacer de Jerusalén un emporio de cultura y lugar de encuentro para toda persona
sabia y erudita. Aunque no necesitaba de darse a quehaceres penosos para vivir,
se entregó a ese penoso trabajo que le resulto en desilusionarse de las cosas
alejadas de Dios.
13 Me entregué de
corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo
del cielo; este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres para que se
ocupen en él.
Salomón descubre la maldad y la
miseria del hombre. Mientras más descubría se lamentaba y lloraba. Al mencionar
el penoso trabajo, comprendió que
en ocasiones el trabajo resulta dificultoso, pero el trabajo es una tarea dada
por Dios a los hombres.
14 Miré
todas las obras que se hacen debajo del sol, y vi que todo ello es vanidad y
aflicción de espíritu.
La aflicción de espíritu se utiliza como una
característica de la vanidad de la vida.
Es como querer sostener el viento, o en otras palabras ¿acaso lo que tanto deseamos en la vida realmente se
puede lograr? Por supuesto que no.
15 Lo torcido no se
puede enderezar,
y con lo incompleto no puede contarse.
y con lo incompleto no puede contarse.
Lo torcido incompleto, estas palabras miden la sabiduría
como la capacidad de resolver los problemas de la vida. También a pesar del mucho esfuerzo y fatiga del hombre por querer
resolverlos, siempre quedaran muchas cosas sin resolver o de corregir por las muchas imperfecciones
y corrupciones que Salomon encontraba en su búsqueda.
Todas las filosofías y todos los sistemas políticos
del mundo son incapaces de corregir la corrompida naturaleza del hombre. Aun en
nosotros mismos, cuanto más sabemos, mejor conocemos nuestra ignorancia. «Sólo sé que no sé nada», decía Sócrates
y su frase famosa la comparamos con 1 Corintios 8:2-3.
El que cree que sabe
algo, todavía no sabe cómo debiera saber. 3 Pero el que ama a Dios
es conocido por él.
Sigamos con el estudio.
Sigamos con el estudio.
16 Hablé yo en mi
corazón, diciendo: «He aquí, yo me he engrandecido, y he crecido en sabiduría
más que todos mis predecesores en Jerusalén, y mi corazón ha percibido mucha
sabiduría y ciencia.»
A pesar de la
gran sabiduría del rey, no le ofrecía la satisfacción que estaba buscando,
llegando a la conclusión de que la vida sin Dios no es otra cosa más que
ciclos. Entre más se comprenda la vida, más dificultad y dolor se encuentran. Por
ejemplo, mientras más se conoce, mas imperfecciones se encuentran, o mientras
más se observa, se ve más la maldad.
17 De corazón me
dediqué a conocer la sabiduría, y también a entender las locuras y los
desvaríos. Y supe que aun esto era aflicción de espíritu,
Cuando Salomón
trato de conocer la vida por investigación propia encontró solo una cosa: lo vacío
que es la vida sin Dios.
18 pues en la mucha
sabiduría hay mucho sufrimiento; y quien añade ciencia, añade dolor.
Salomón dice aquí en la mucha sabiduría hay mucha sufrimiento o molestia.
Pronostica un gran dolor y aflicción para el que ponga
la esperanza en la realización humana.
El
conocimiento y la sabiduría mundana son cosas vanas debido a que el obtenerlos
solo trae más angustia, tristeza,
pesadumbre y mucha pena.
CONCLUSIÓN
Hay aprender a huir siempre del pecado y nunca ceder a
ninguna tentación. La verdadera dicha, se
consigue conociendo a Dios y a través de su hijo unigénito: Jesucristo.
Pastor Armando García ULCM
Hable
al teléfono en México 442-458-4683 para que asista a los estudios de este
fabuloso libro del antiguo testamento.
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