Nuestra América
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Inconmensurable espacio, miles de mundos
en él, y sin embargo, aquí estamos con la inquietud de reconocer qué
inteligencias más existen además de la nuestra en este universo infinito.
Con la mano en el corazón podemos intuir
esa inquietud en todas las almas humanas, lo más asombroso es que capacidades y
habilidades expuestas por algunos personajes y en algunas culturas y textos
sagrados vienen a señalarnos y a mostrar claramente el mensaje de la existencia
y presencia de esas inteligencias tanto a la vista de los seres humanos en
ocasiones, como a través de otras facultades como la clarividencia, telepatía,
percepción extrasensorial, con el mismo sentido y no menos como el de la visión,
así como lo mostrara el insigne esoterista y autor de las centurias quien vivió
entre los años 1503 y 1566 en Francia, Miguel de Nostradamus, en cuyas
recopilaciones de dicho texto narra en una forma muy alegórica, la presencia de
esas inteligencias aportando inquietudes a la curiosidad de los ojos de la
humanidad.
Tal es el hecho, que describe: "En el
año 1999, en el séptimo mes, vendrá del cielo un gran Rey de terror".
(Véanse los dos primeros versos de la Centuria 10-72.) La horripilante
perturbación en la órbita y en el movimiento del planeta Tierra, explicada
científicamente por el propio vidente Nostradamus, se deberá a la aproximación
de otro astro que durante 7 días aparecerá como otro sol.
El Apocalipsis de San Juan cita a tal
astro bautizándolo con el nombre de Ajenjo (amargura). "A un eclipse de
sol -dice Nostradamus- sucederá el más oscuro y tenebroso verano que jamás
existió desde la creación hasta la pasión y muerte de Jesucristo, y desde ahí
hasta ese día, y esto será en el mes de octubre, cuando se producirá una gran
traslación de tal modo que creerán que la Tierra ha quedado fuera de su órbita
y abismada en las tinieblas eternas."
Tanto la biblia, como Miguel de
Nostradamus citan catástrofes en el cielo que son indicios de que los
habitantes del planeta Tierra pasarán por grandes tribulaciones ante lo cual,
inteligencias de otros mundos auxiliarán a esta población, de ser posible para
formar nuevas humanidades, tal como lo describe el calendario azteca de que ya
han existido otras razas, las cuales fueron destruidas casi por completo, pero
que resurgieron.
Isaías en el capítulo XIII, 6-13, dice:
"Por lo cual haré estremecer los cielos; y la Tierra se moverá de su lugar
por causa del furor del Señor de los ejércitos y por causa del día de su ardiente
ira. Porque las estrellas del cielo y sus astros no lucirán con su luz. Y en el
capítulo XXIV, 19-21: "La Tierra se tambaleará como un hombre ebrio; será
descoyuntada; caerá y nunca más se levantará."
El profeta describe una gran catástrofe en
la Tierra, como guerras, desacuerdos y perturbación de la atmósfera, así como
la catástrofe física en la naturaleza cuando dice que la Tierra se tambaleará,
el aumento de los terremotos son los que podrían estar siendo descritos.
San Pedro, por su parte nos invita a
prepararnos psicológica, emocional y físicamente para sobrevivir a esa
situación del mundo a través del despertar de la conciencia: EP. 2, III, 4-10
"El día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos
pasarán con gran estruendo, y los elementos ardiendo se desharán, y la Tierra y
todas las obras que hay en ella se quemarán".
San Juan, nos invita a reflexionar sobre
los tiempos del fin, pues los fenómenos astrológicos y astronómicos serán muy
palpables a simple vista, como los eclipses que oscurecen al Sol, la atmósfera
que ocasionará que percibamos la luna de un color rojo o de diferentes tonos,
Apocalipsis, VI, 12-17: "Hubo un gran temblor de tierra; y el sol se
oscureció y la luna tornase como sangre; y las estrellas del cielo cayeron
sobre la Tierra como cuando la higuera echa de sí sus higos verdes, sacudida
por un viento fuerte; y el cielo retiróse, los muertos y las islas moviéronse
de sus lugares; y los reyes de la Tierra, y los ricos, se escondieron en las
cavernas y rocas de los montes y decían: "Caed sobre nosotros y ocultadnos
de la ira del Cordero; porque es llegado el gran día de su ira".
Así, la invitación sería, prepararnos
haciéndonos más conscientes del alma, del despertar de la conciencia, pues el
gran ejército de salvación mundial, a través de sus naves, llevarán al espacio
a quienes hayan desarrollado su alma y cuando el planeta esté apto para ser
repoblado, entonces serán depositados y una nueva civilización permanecerá en
la Tierra.
El mantram con el que podemos llamar a
estas inteligencias es SOLIN-SA-LA-RA para los momentos del cataclismo final y
así poder ser auxiliados en todos los planos de conciencia.
Enviado por: Francisco Ismael Moreno Luna,
Calmecac ICQ
Imagen 1: Michel de Nostredame
(Nostradamus), Autor: César de Nostredame (1553-1630?).
Imagen 2: Retrato de Nostradamus, por el
Dr. Niel.
“Los extraterrestres son gentes que han
abierto la mente interior, superhombres en el sentido más completo de la
palabra.” Samael Aun Weor
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