La Biblia y el
consumo de bebidas alcohólicas
Estudio preparado por
el Ministro Armando García Álvarez
Iglesia Alpha &
Omega un ministerio gentil de la Universal Life Church
QUERÉTARO, MEXICO
La Organización Mundial de la Salud ha indicado que esta enfermedad no tiene cura, pero al igual que muchas otras enfermedades, se puede detener, ya sea con métodos humanos o por la voluntad la persona adicta a través de medios divinos.
La enfermedad está caracterizada por daños físicos en todos los sistemas del organismo, siendo los más complicados los que se relacionan con el sistema cardiovascular, el sistema nervioso y el hígado.
Cuando el consumo de bebidas alcohólicas es exagerado o recurrente se produce tolerancia. Es decir, el organismo requiere una mayor dosis de alcohol para obtener las mismas sensaciones. Esta situación facilita la adicción, la cual es acompañada de grandes dificultades por detener el consumo cuando se empieza a beber. Al suspender la utilización de alcohol, se desarrollan síntomas como náuseas, temblores y ansiedad. Por otra parte, el alcohólico pierde el interés por lo que le rodea, lo cual puede ocasionar la pérdida de su empleo y de su familia.
Al considerarse una enfermedad sin cura médica, desde el punto de vista bíblico, el Rey de Reyes, el Doctor de Doctores, Dios Nuestro Señor es la única solución que tienen los co-dependientes del alcohol para salir del vicio y ser sanados espiritualmente. Su Palabra nos da muchas herramientas para ministrar aquellas personas que padecen de esa enfermedad.
Leamos pasajes bíblicos y análisis que he recopilado para poder recurrir a la ayuda Divina y así intervenir en aquellas personas que necesitan a Dios para resolver sus problemas que ocasionan que las personas caigan en el vicio del alcoholismo.
Para empezar, vale la pena aclarar que la Biblia no condena la ingestión moderada de bebidas alcohólicas, pero sí sus consecuencias como es la borrachera.
Gálatas 5: 19, 21
19 Las
obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza
y libertinaje; 20 idolatría y brujería; odio, discordia, celos,
arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos 21 y
envidia; borracheras, orgías, y otras cosas parecidas. Les advierto
ahora, como antes lo hice, que los que practican tales cosas no heredarán el
reino de Dios.
Proverbios 23:19, 21
19 Hijo mío, presta atención y sé sabio; mantén tu corazón en el camino recto.20 No te juntes
con los que beben mucho vino, ni con los que se
hartan de carne, 21 pues borrachos y glotones, por su
indolencia, acaban harapientos y en la pobreza.
1 Corintios 6:9, 10
9 ¿No saben que los
malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los
fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los
pervertidos sexuales, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni
los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino
de Dios.
1 Timoteo 5:23
23 No sigas bebiendo
sólo agua; toma también un poco de vino a causa de tu mal de estómago y
tus frecuentes enfermedades.
Tito 2:2, 3
2 A los ancianos, enséñales que sean moderados, respetables, sensatos, e
íntegros en la fe, en el amor y en la constancia.3 A las
ancianas, enséñales que sean reverentes en su conducta, y no calumniadoras ni
adictas al mucho vino. Deben enseñar lo bueno.
Ahora bien, el
alcoholismo es más que la borrachera; es una dependencia física y psíquica de
las bebidas alcohólicas. No solo los adultos pueden ser alcohólicos, sino,
lamentablemente, también los jóvenes.
La Biblia indica que el abuso de las bebidas alcohólicas puede desbaratar la paz familiar.
La Biblia indica que el abuso de las bebidas alcohólicas puede desbaratar la paz familiar.
Deuteronomio 21:18-21
18 »Si
un hombre tiene un hijo obstinado y rebelde, que no escucha a su padre ni a su
madre, ni los obedece cuando lo *disciplinan, 19 su padre y su
madre lo llevarán a la *puerta de la ciudad y lo presentarán ante los
*ancianos. 20 Y dirán los padres a los ancianos: “Este hijo
nuestro es obstinado y rebelde, libertino y borracho. No nos obedece.” 21 Entonces
todos los hombres de la ciudad lo apedrearán hasta matarlo. Así extirparás el
mal que haya en medio de ti. Y todos en Israel lo sabrán, y tendrán temor.
Los efectos
corrosivos del alcohol afectan a toda la familia. El cónyuge concentra sus
esfuerzos en impedir que el alcohólico siga bebiendo o en afrontar su
comportamiento impredecible. Intenta ocultar las bebidas, tirarlas, esconder el
dinero al alcohólico y apelar a su amor a la familia, a la vida e incluso a
Dios, pero este sigue bebiendo. Al fracasar los intentos por conseguir que su
pareja deje de beber, le invade un sentimiento de frustración e ineptitud. Es
posible que sienta temor, ira, culpa, nerviosismo, ansiedad y pérdida de amor
propio.
Los hijos no escapan de los efectos de tener un padre alcohólico. Algunos son víctimas de maltrato físico, y otros, de abusos deshonestos. Es posible que incluso se sientan culpables de que su padre o su madre sean alcohólicos. El comportamiento incoherente del familiar alcohólico suele convertirlos en seres desconfiados. Como no pueden hablar cómodamente de lo que sucede en casa, los hijos aprenden a reprimir sus sentimientos, a menudo con perjuicio para su salud.
Los hijos no escapan de los efectos de tener un padre alcohólico. Algunos son víctimas de maltrato físico, y otros, de abusos deshonestos. Es posible que incluso se sientan culpables de que su padre o su madre sean alcohólicos. El comportamiento incoherente del familiar alcohólico suele convertirlos en seres desconfiados. Como no pueden hablar cómodamente de lo que sucede en casa, los hijos aprenden a reprimir sus sentimientos, a menudo con perjuicio para su salud.
Proverbios 17:22
22 Gran remedio es el corazón alegre, pero el ánimo decaído seca los huesos.
Algunos niños
arrastran hasta la edad adulta esa falta de confianza en sí mismos y de amor
propio. En diversas ocasiones, Jesús tomó vino, sabiendo que es un regalo de
Dios.
Salmos 104:15
15 el vino que alegra el
corazón, el aceite que hace brillar el
rostro, y el pan que sustenta la vida.
Sin embargo, nunca
cayó en excesos con la bebida.
Proverbios 23:29-33
29 ¿De quién son los
lamentos? ¿De quién los pesares? ¿De quién son los pleitos? ¿De
quién las quejas? ¿De quién son las heridas gratuitas?
¿De quién los ojos morados? 30 ¡Del
que no suelta la botella de vino ni deja de
probar licores! 31 No te fijes
en lo rojo que es el vino, ni en cómo brilla en
la copa, ni en la suavidad con que se desliza;
32 porque acaba mordiendo como serpiente
y envenenando como víbora.33 Tus ojos verán
alucinaciones, y tu mente imaginará estupideces.
Por eso pudo
recomendar sin ninguna hipocresía que se evitaran tales abusos.
.
Lucas 21:34
34 »Tengan cuidado, no
sea que se les endurezca el corazón por el vicio, la embriaguez y las
preocupaciones de esta vida. De otra manera, aquel día caerá de improviso sobre
ustedes.
El consumo inmoderado
de alcohol puede conducir a otros graves pecados. De ahí que Pablo escribiera
en:
Efesios 5:18
18 No se emborrachen con
vino, que lleva al desenfreno. Al contrario, sean llenos del Espíritu.
Si nuestra conciencia
nos permite consumir alcohol, deberíamos preguntarnos: “¿Tengo la misma actitud
que Jesús frente a los excesos con la bebida? Si me viera en la necesidad de
aconsejar a un hermano sobre este asunto, ¿podría hacerlo con franqueza? ¿Bebo
para olvidar los problemas y relajarme? ¿Cuánto alcohol consumo semanalmente?
¿Cómo reacciono cuando alguien da a entender que me estoy excediendo? ¿Me pongo
a la defensiva o incluso me enojo?”. Si dejamos que el vino nos esclavice, se
verán afectadas las facultades que nos permiten razonar con claridad y tomar decisiones
sabias. Y eso es algo que, como cristianos, no podemos permitir, pues siempre
debemos proteger nuestra capacidad de pensar.
Proverbios 3:21, 26
21 Hijo mío, conserva el
buen juicio; no pierdas de vista la discreción.
22 Te serán fuente de vida, te adornarán como un collar. 23 Podrás
recorrer tranquilo tu camino, y tus pies no tropezarán.
24 Al acostarte, no tendrás temor alguno;
te acostarás y dormirás tranquilo.25 No
temerás ningún desastre repentino, ni la desgracia que
sobreviene a los impíos. 26 Porque el Señor estará siempre a tu lado y te librará de
caer en la trampa.
Los
escritores del Antiguo
Testamento presentan cuatro
acusaciones contra el beber vino. Primero, reconocen sus efectos físicos
adversos: enrojecimiento de los ojos, visión turbia, perder el equilibrio y
embriaguez en general. Segundo, reconocen sus efectos morales a largo plazo:
varias clases de conducta inmoral, junto con los resultados sociales de tales acciones. Tercero,
identifican casos
particulares de tales conductas y los conectan con personas específicas. Cuarto, debido a sus
efectos, prohíben beber
vino a ciertas clases de individuos específicos.
Ya en la vida actual, se
puede agregar lo agresivo que son las personas que ingieren alcohol en exceso y
descargan en sus seres queridos sus frustraciones ocasionándoles daño físico y
a veces hasta mortal.
Hay una oración
utilizada por las personas que padecen alguna co-dependencia emocional,
[relaciones destructivas, juego, mujeres varias, drogas, comida, sexo,
parafilias alcoholismo, etc.] Finalmente vienen siendo síntomas de situaciones
no atendidas y recaen en abusos. La oración dice así:
DIOS
Concédeme la serenidad de aceptar las cosas que no puedo cambiar,
VALOR
Para cambiar aquellas que puedo
Y SABIDURÍA
Para reconocer la diferencia,
HAGASE
Tu voluntad y no la mía,
Concédeme la serenidad de aceptar las cosas que no puedo cambiar,
VALOR
Para cambiar aquellas que puedo
Y SABIDURÍA
Para reconocer la diferencia,
HAGASE
Tu voluntad y no la mía,
En
Cristo Jesús,
Amén.
El Decálogo ‘Sólo por Hoy’ de los Alcohólicos Anónimos
es un primer paso para el cambio y afianzarse a la mano de Dios para tener el
valor de vivir en sobriedad.
1 - Sólo por hoy trataré de
vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi vida todo de
una vez.
2 - Sólo por hoy tendré el
máximo cuidado de mi aspecto, cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no
pretenderé mejorar o disciplinar a nadie sino a mí mismo.
3 - Sólo por hoy seré feliz
en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro
mundo, sino también en este.
4 - Sólo por hoy me
adaptaré a las circunstancias, sin pretender que las circunstancias se adapten
todas a mis deseos.
5 - Sólo por hoy dedicaré
diez minutos de mi tiempo a una buena lectura, recordando que, como el alimento
es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la
vida del alma.
6 - Sólo por hoy haré una
buena acción y no lo diré a nadie.
7 - Sólo por hoy haré por
lo menos una sola cosa que no deseo hacer, y si me sintiera ofendido en mis
sentimientos, procuraré que nadie se entere.
8 - Sólo por hoy me haré un
programa detallado. Quizá no lo cumpliré cabalmente, pero lo redactaré y me
guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.
9 - Sólo por hoy creeré
aunque las circunstancias demuestren lo contrario, que la buena providencia de
Dios se ocupa de mí como si nadie más existiera en el mundo.
10 - Sólo
por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo
que es bello y creer en la bondad.
Recordar que si nuestros hijos a la larga son objetos de todo tipo de
abuso (físico, mental, económico, espiritual)
es por el lastre de una infancia acelerada donde aún no se tiene la capacidad emocional en los menores para digerir lo que sucede en sus padres o ambiente hostil, y en la adolescencia y etapa adulta florece. Con la fortuna de no repetirse el mismo ejemplo o bien; el efecto contrario y agudizado.
es por el lastre de una infancia acelerada donde aún no se tiene la capacidad emocional en los menores para digerir lo que sucede en sus padres o ambiente hostil, y en la adolescencia y etapa adulta florece. Con la fortuna de no repetirse el mismo ejemplo o bien; el efecto contrario y agudizado.
Los hijos no escapan de los efectos de tener un padre alcohólico. Algunos son víctimas de maltrato físico, y otros, de abusos deshonestos. Es posible que incluso se sientan culpables de que su padre o su madre sean alcohólicos. El comportamiento incoherente del familiar alcohólico suele convertirlos en seres desconfiados. Como no pueden hablar cómodamente de lo que sucede en casa, los hijos aprenden a reprimir sus sentimientos, a menudo con perjuicio para su salud.
Lo propio sería recibir
ayuda de Dios a través de su Palabra. Los alcohólicos que andan libres
ocasionando daño a sí mismos y a sus seres queridos y los que por sus
iniquidades han llegado a prisión, deben ser ministrados por pastores,
ministros, curas, por personas de Dios que tienen el don de ministrar, para
traerlos a Cristo.
Efesios 4:11, 13
11 Él mismo constituyó a unos,
apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y
maestros, 12 a fin de capacitar al *pueblo de Dios para la obra
de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo. 13 De este
modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de
Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo.
¿Cómo
deberíamos relacionar a todos aquellos que son víctimas del vicio del alcohol,
en vista del cuadro
general brindado en el Antiguo Testamento? Si tomamos en cuenta todo el cuadro
y evaluamos toda la información
aquí proporcionada, la conclusión más razonable, si es que no se puede ingerir
bebidas alcohólicas moderadamente, sin llegar a la borrachera y a la agresión
física y mental, es que el único curso seguro es la abstinencia completa del alcohol en cualquiera de sus formas.
Para eso hay que tener dominio propio teniendo al Espíritu Santo morando en
ellos.
Gálatas
5:22, 25
22 En cambio, el fruto del Espíritu es amor,
alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, 23 humildad
y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas. 24 Los
que son de Cristo Jesús han crucificado la naturaleza pecaminosa, con sus
pasiones y deseos. 25 Si el Espíritu nos da vida, andemos
guiados por el Espíritu. 26 No dejemos que la vanidad nos lleve
a irritarnos y a envidiarnos unos a otros. AMEN.
Universal Life Church
Alpha
y Omega Ministry
Ministro Armando García
Tel. (442) 497-1360 (Fijo)
Tel. (442) 461-9107 (Celular)
SE ACEPTAN
OFRENDAS PARA SEGUIR PREPARANDO ESTUDIOS SOBRE LOS PROBLEMAS QUE AQUEJAN A LAS
COMUNIDADES QUE ESTAN ALEJADA DE DIOS.
2 Corintios 9:7
Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su
corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con
alegría.
QUE DIOS LOS BENDIDA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario