Por Vida en el Espíritu
El sufrimiento no es opcional. Podríamos
desear que lo fuera. Gastamos millones de dólares para evitarlo, ignorarlo y
vacunarnos, pero nunca podemos ser inmunes.
Principalmente pensamos en el sufrimiento como negativo. Y mucho sufrimiento es sinónimo de las consecuencias del pecado o la ignorancia. Pero a veces el dolor y el sufrimiento viene por hacer el bien. Un niño nace en el mundo a través del dolor. Cuando tenemos una mancha de suciedad en nuestros ojos, el dolor nos indica que hagamos algo al respecto antes de que dañe. Cuando tenemos un virus, el dolor indica la necesidad de descansar o tomar medicamentos antes de que la enfermedad se convierta en algo mortal.
El dolor y el sufrimiento son inevitables. Sin embargo, Pedro nos dice en 3:17 que, como vamos a sufrir, debemos sufrir por hacer lo correcto. Podemos elegir por lo que sufrimos. Podemos sufrir porque estamos haciendo el mal, o podemos sufrir para dar vida.
Podemos sufrir como resultado de la estupidez. Podemos sufrir como resultado del pecado. O podemos elegir sufrir. Podemos sufrir por hablar el evangelio o defenderlo. Podemos sufrir por hacer lo correcto a pesar de que somos objetos de burlas o mal entendidos. Podemos sufrir reprimiendo palabras de enojo cuando se nos ocurre algo injusto. Podemos elegir sufrir con los demás cuando están sufriendo, y obligarnos a orar, aprender, actuar y ministrar.
Padre: Oro para que cuando sufra, y es inevitable que lo haga, lo haga haciendo lo correcto y lo bueno. Si sufro, déjame hacerlo con un corazón contrito, un corazón que desea seguirte.
Principalmente pensamos en el sufrimiento como negativo. Y mucho sufrimiento es sinónimo de las consecuencias del pecado o la ignorancia. Pero a veces el dolor y el sufrimiento viene por hacer el bien. Un niño nace en el mundo a través del dolor. Cuando tenemos una mancha de suciedad en nuestros ojos, el dolor nos indica que hagamos algo al respecto antes de que dañe. Cuando tenemos un virus, el dolor indica la necesidad de descansar o tomar medicamentos antes de que la enfermedad se convierta en algo mortal.
El dolor y el sufrimiento son inevitables. Sin embargo, Pedro nos dice en 3:17 que, como vamos a sufrir, debemos sufrir por hacer lo correcto. Podemos elegir por lo que sufrimos. Podemos sufrir porque estamos haciendo el mal, o podemos sufrir para dar vida.
Podemos sufrir como resultado de la estupidez. Podemos sufrir como resultado del pecado. O podemos elegir sufrir. Podemos sufrir por hablar el evangelio o defenderlo. Podemos sufrir por hacer lo correcto a pesar de que somos objetos de burlas o mal entendidos. Podemos sufrir reprimiendo palabras de enojo cuando se nos ocurre algo injusto. Podemos elegir sufrir con los demás cuando están sufriendo, y obligarnos a orar, aprender, actuar y ministrar.
Padre: Oro para que cuando sufra, y es inevitable que lo haga, lo haga haciendo lo correcto y lo bueno. Si sufro, déjame hacerlo con un corazón contrito, un corazón que desea seguirte.